María del Mar C., de 21 años fue asesinada por su novio en un campo de tiro de Las Gabias en Granada y en las notas de voz que enviaba a sus amigas dejó en evidencia que José Miguel F., sufría trastornos psicológicos.
“Seguir con él me puede costar la vida”, fue una de las cosas que la víctima dijo, su novio recibía atención médica para sus problemas de salud mental.
La investigación del caso comprobó que la muerte de la joven no fue accidental, se trató de un homicidio, él habría matado a María del Mar y después se suicidó.
Ella acudió engañada al lugar sin imaginarse que sería asesinada, su relación era tormentosa, con continuas peleas, ella era víctima de maltrato psicológico.
Los mensajes que María del Mar le enviaba a sus amigas a través de aplicación de mensajería WhatsApp dejan en evidencia la angustia que le producía su relación.
Ella relató a una de sus amigas que habían discutido y le dijo: “Mi novio tiene problemas psicológicos, tiene trastorno persecutorio”.
La madre de la joven asesinada llora con inmenso dolor tras escuchar los audios que ella enviaba a sus amigas relatando que su pareja era bipolar, también les comentó que necesitaba estar tranquila y que terminaría con su relación al menos hasta que transcurriera el período de exámenes.
“Todo el día machándola con el móvil. Sabiendo que ella no lo quería, que le iba a dejar”, dijo ante los medios de comunicación la madre de María del Mar. Pide que se haga justicia y que el crimen sea calificado como violencia de género.
Según los primeros informes de la autopsia la muerte de la joven no se fue causada por un accidente, el joven le disparó en la nuca antes de quitarse la vida. “Se escondió detrás de la cámara, estaba planificado; no fue un arrebato”, contó la madre agregando que su hija nunca tuvo conocimiento de que iba a recibir un disparo.
El testimonio de la joven ha causado conmoción porque revela que sufría maltratos psicológicos y temía ser agredida por su novio.
María del Mar relató: “¿Nene, te apetece hacer algo esta tarde? E íbamos a ir al tiro del plato, porque él tiene escopetas y cosas y me apetecía ir. Digo vamos y me enseñas y tiro yo también, yo que sé. Dice vale, termina de comer y vente. Me ha empezado a decir que no podemos estar juntos por mi bien, porque yo sé que me estás gastando una broma, que me quieres hacer daño.
Y yo: ¡Pero qué dices! Y en vez de hablar las cosas conmigo bien, me ha llevado a su casa y en vez de hablar las cosas en su habitación, lo ha hecho delante de sus padres y de su hermana. Y allí hablando delante de ellos. Me he sentado, ahí llorando, él ha estado super pendiente de mí: que no te preocupes, que voy a ir al psicólogo, que cuando mejore ya verás que todo bien, que yo te quiero mucho, que quiero estar contigo…Y cuando se me ha pasado la angustia nos hemos puesto a hablar más tranquilos y le digo: ¿Por soledad y aburrimiento me llamas? Y me dice: sí, porque me siento solo”.
En otro audio que la joven asesinada le envió a una de sus amigas decía: “Me hartaré de tanta gilipollez y al final le pondré los cuernos, me dará miedo, pero terminaré siendo feliz con otra persona y ya está. Tengo dos opciones: o dejar de hablarle o seguir hablando con él, pasarlo mal, sufrir, apechugar y ya está, con mucha paciencia terminaré con él, pero que eso puede costarme la gran vida”.
La madre de la joven confiesa que al principio de la relación María del Mar le contaba que sufría por su pareja, pero dejó de hacerlo, presume que para no preocuparle.
LS / AT
“Yo a él le veía en los ojos que era muy malo y mi hija solo quería ayudarle. Con que me hubiera dicho que estaba agobiada yo lo hubiera quitado de su vida como fuera”, dijo la madre.
Es un caso desgarrador, otra víctima que pierde la vida por la violencia de género que hay que erradicar. Denunciar a tiempo y permanecer alerta ante los síntomas de trastornos psicológicos puede prevenir un trágico final. Comparte esta noticia.