Las promesas necesitan fidelidad y compromiso para que sean cumplidas, a veces el destino juega a favor para ayudar a quienes juraron cumplir una. Lo importante es que a pesar del paso del tiempo y de las adversidades sepamos mantener la voluntad de cumplir nuestra palabra.
Aunque a veces olvidemos alguna promesa, la vida se encargará de recordar nuestros juramentos como ocurrió en el caso de una pareja de Minnesota.
Los protagonistas de esta peculiar historia son Kimberley Dean y Ron Palmer, quienes prometieron casarse juntos hace 37 años. Ambos estudiaron en la secundaria Saint Agnes School, la chica estaba en primer año de secundaria y el chico ya estaba por graduarse del último año cuando empezaron a entablar una amistad y posteriormente un romance adolescente.
Cuando Palmer se graduó de la secundaria, los tortolos debieron terminar su relación, se separaron porque consideraron que era lo mejor, pero siguieron siendo amigos y manteniéndose en contacto.
“Quería sembrar mi avena, por así decirlo, y fui honesto con ella. Decidí divertirme y pensaba que las chicas eran una moneda de diez centavos. Pero nunca me desenvolví tan bien en una relación con alguien más como lo hice con ella”, dice Palmer sobre su noviazgo adolescente.
Al poco tiempo, ambos ya se habían casado con otras parejas, el matrimonio de Ron duró 7 años, lo mismo que de Kimberley quien tuvo dos hijos en esa unión que finalizó en 1998.
Los dos adultos confiesan que mantuvieron siempre el contacto y el sentimiento de cariño. No pasaban más de 6 meses cuando se enviaban una carta, un texto o una llamada para ponerse al día.
Después de sus separaciones, a sus 30 años prometieron que si llegaban a los 50 años siendo solteros, se casarían entre sí. Ambos pensaron que era una promesa vaga, pero en 2016, Dean lo recordó 37 años después de su primera cita cuando apenas eran unos adolescentes.
“¿Recuerdas ese estúpido pacto que hicimos?”, fue lo que Kimberley le dijo a Ron. “Estamos arriesgando una verdadera amistad increíble, porque si no funciona esta vez, no sé cómo podríamos seguir siendo amigos”, fue lo que respondió el hombre, pero rápidamente cambió de idea y siguió con el plan de tener una relación.
La relación comenzó, continuando con el romance que habían dejado en la década de los 80’s. La pareja parecía muy enamorada, y de tanto amor, Ron le propuso matrimonio a Kimberley en víspera de año nuevo del 2017.
Pasaron 6 meses y la pareja se casó el 1 de junio de 2018, oficializando el amor que han sentido el uno por el otro durante toda su vida. El mensaje de esta pareja es no rendirse y mucho menos ante el amor. Cuando tus sentimientos te insisten en que una persona es la correcta, sea como amigo o como pareja, tenerlos cerca es sinónimo de sentirte más feliz.
¿Te gustaría casarte con tu enamorado de secundaria? ¡Coméntanos y comparte esta historia de amor verdadero con tus amigos!