La amistad verdadera es una de las grandes fortunas que las personas pueden experimentar en la vida, ya lo dice el refrán que un buen amigo es un gran tesoro. Y aunque los adultos pueden demostrar ser buenos amigos de sus amigos, quienes realmente nos dan cátedras al respecto son los niños. Con su inocencia, su transparencia y su gran corazón, demuestran que por un amigo harían lo que fuera.
Pero la historia de estas pequeñas le ha dado ya la vuelta al mundo y son muchos los que se han conmovido con su grandioso gesto.
Izzy Putnam y Addie Moulton, de Andover, Massachusetts, han sido mejores amigas desde que tienen uso de razón; ahora a sus 11 años, ya tienen claro que quisieran estar la una al lado de la otra en el futuro, y planean ir a la misma escuela para estudiar Veterinaria y abrirse una clínica para perros juntas.
De modo que cuando Izzy tuvo que ser sometida a una delicada cirugía de corazón abierto, su mejor amiga estuvo a su lado todo el tiempo, literalmente.
Todos los días, durante diez horas al día, Addie visitaba a Izzy en el hospital, haciéndole compañía e incluso haciendo de enfermera, mientras su amiga se recuperaba.
“Sé que ella haría lo mismo por mí, así que vine porque quería apoyarla”, dijo Addie.
“Es una cirugía de corazón abierto. Ella básicamente hace todo por mí”, dijo Izzy.
Las madres de ambas niñas dicen que nunca vieron una amistad como ésta.
“Addie quería hacerlo, quería estar allí y nunca se apartó de su lado”, dijo Christine Moulton, la madre de Addie.
“Al día siguiente de la cirugía, como a las tres de la mañana, se despertó y preguntó, ¿dónde está Addie?, ¿dónde está Addie?”, dijo Laura Putnam, la madre de Izzy.
“No hay palabras para describir el cariño tan grande que se tienen la una por la otra, en especial siendo tan pequeñas”.
Cuando Izzy celebró su cumpleaños N° 11, que lo tuvo que pasar en el hospital, pensaba que Addie no estaría allí, porque le había dicho a Izzy que estaría en Florida en ese momento.
Pero cuando llegó el gran día, Izzy no podía creer lo que veía. Addie había planeado una fiesta sorpresa con todos sus amigos.
Gracias a la fortaleza de Izzy y por supuesto a los buenos cuidados de su amiga Addie y de las enfermeras, Izzy fue dada de alta y afortunadamente ya no tendrá que ser intervenida en el futuro.
Ahora que pueden pasar juntas, no sólo las 10 horas que permanecían una al lado de la otra en el hospital, sino las 24 horas, tienen un sin fin de planes para hacer cada día, y seguramente los días se les harán cortos.
Historias como estas merecen ser compartidas. Lo que el alma de estas pequeñas alberga es tan grande que son un gran ejemplo para el mundo. Ojalá muchos adultos imitemos la inocencia y la nobleza de sus corazones.