No todas las personas son indiferentes a las necesidades de quienes están a su alrededor, hay muchos héroes anónimos que salen a la calle dispuestos a darle una mano amiga a quien lo necesite.
Tal como este señor, Joe Hale, que no dudó en ayudar a Jade West, una madre que estaba en apuros mientras llenaba formularios en la sala de espera de una consulta médica con su hijo Jayce.
“Mi corazón se derritió”, escribió Natasha Crittenden, una mujer que fue testigo del hecho y compartió una imagen en su perfil de Facebook. Ella capturó la escena en la que el hombre arrullaba al pequeño dormido para que su madre pudiera continuar escribiendo los datos en los formularios.
El hombre le dijo a la madre que luchaba por sostener a su hijo y escribir: “¿Te gustaría que sostuviera al bebé por ti mientras haces eso?” y ella sonrió con alivio y aceptó la propuesta respondiendo: “Eso sería maravilloso”.
Así que mientras la madre terminaba con el papeleo él arrullaba al pequeño como si se tratara de su propio hijo.
“Era un hombre blanco y mayor, no pensó en la raza. Solo quiso a este bebé como un bebé. No vio color y tampoco la madre”, comentó la mujer que decidió tomar una foto del momento y compartirla.
En estos tiempos en los que las lamentables noticias de actos racistas están a la orden del día, escenas como esta nos hacen recuperar la esperanza en la humanidad.
Natasha Crittenden de Florence, de Alabama, es la mujer que compartió la imagen y la historia, comentó: “El racismo sigue siendo algo muy real en nuestra sociedad, pero este hombre me dio esperanza y un hermoso recuerdo que jamás olvidaré. Si lo conocen díganle que es una persona increíble”.
Más de un millón de personas han reaccionado a la publicación y casi medio millón ha compartido la imagen.
La mujer que compartió la foto comentó que fue reconfortante ver esa escena y que no está interesada en recibir créditos por la imagen que capturó.
“No se trata de mí, es la manera en la que Dios dice que las personas pueden amarse. Solo se necesita que cada uno de nosotros les enseñemos a nuestros hijos que independientemente del color de la piel somos humanos y podemos querernos unos a otros. Si nos ocupamos de eso la próxima generación podría ser daltónica”.
El protagonista de la imagen se comunicó con Natasha y le dijo: “Simplemente soy así, nunca he pensado en la raza o el color. Todos los niños que me conocen me llaman papá Joe”.
Comparte este inspirador gesto de solidaridad que ha conmovido a tantas personas recordando el valor de la igualdad y la bondad.