Estelle es una estudiante de 19 años de Paris que estuvo al borde de la muerte después de aplicarse un tinte para cambiar el color de su cabello. La joven compró el producto en un supermercado a principios de mes.
Se lo aplicó en su casa siguiendo las instrucciones del empaque, incluso hizo la recomendada “prueba del mechón” antes de colocar el producto sobre todo su cuero cabelludo.
Pero en lugar de dejar el producto y retirarlo a las 48 horas como indicaban las instrucciones ella lo retiró cuando habían transcurrido 30 minutos.
Cuando vio que su cabeza casi había duplicado el tamaño normal entró en pánico, había crecido entre 56 y 63 centímetros, Estelle no podía respirar.
De inmediato notó cómo se irritó su cuero cabelludo y cómo su cabeza comenzó a inflamarse, bajo una recomendación médica usó antihistamínicos.
La joven sufrió una alergia grave a causa del químico PPD (Parafhenylenediamin) que tienen casi todos los tintes. El día siguiente Estelle notó que los síntomas habían empeorado, su cabeza siguió aumentando de tamaño.
Así que fue trasladada de inmediato a un hospital, su lengua se siguió inflamando cada vez más, le colocaron una inyección de adrenalina y permaneció ingresada toda la noche bajo supervisión médica.
“Casi muero, no quiero que le pase a los demás”, dijo Estelle.
Vivió una experiencia traumática en la que estuvo muy cerca de morir, y por eso quiere alertar a los demás sobre el peligro del componente químico que tienen casi todos los tintes para cabello.
Los tintes tienen una gran variedad de químicos, pero la PDD es la principal causante de reacciones alérgicas, es un componente usado principalmente en los tonos oscuros.
Hay un límite establecido acerca de la concentración de PDD, puede ser un máximo de 2% en cualquier producto para aplicarse en el cabello, el tinte que usó Estelle tenía 1% de este compuesto.
Además, es obligatorio que existan advertencias legibles e instrucciones de uso en todos los empaques del producto.
Es común que la PDD sea usada de forma ilegal en tatuajes de henna negra que ofrecen en sitios turísticos.
Madison Gulliver es una niña que protagonizó un caso de este tipo, mientras disfrutaba unas vacaciones en Egipto junto a su familia cuando tenía siete años, le ofrecieron colocarse un tatuaje de henna en el complejo hotelero donde se alojaban y sufrió una reacción adversa.
Es importante difundir esta noticia para alertar a otros sobre el peligro de este compuesto químico que puede causar daños irreversibles. ¡Compártela!