Cuando Heather y Riley Delaney se enteraron de que estaban esperando mellizas, su emoción fue indescriptible. Sin embargo, a las 11 semanas de gestación el médico los sorprendió con un diagnóstico desolador: las pequeñas estaban unidas por el cerebro.
Aunque la noticia los dejó en shock, la valiente pareja nunca miró hacia atrás y se atrevió a seguir adelante con el embarazo, eran sus hijas y las apoyarían en todo lo que necesitaran.
Los médicos ya habían vaticinado un parto problemático debido a la zona por la que estaban unidas.
Los gemelos que están unidos por la cabeza a menudo experimentan problemas adicionales porque comparten tejido cerebral.
Pero a pesar de que suponía un parto complicado, los médicos se arriesgarían a la difícil tarea de separarlas, aunque la zona era bastante peligrosa. Se mostraron en todo momento totalmente confiados de que tras la operación, las pequeñas podrían tener una vida saludable.
El procedimiento quirúrgico fue bastante complejo, al punto que al menos 30 miembros del personal médico se involucró directamente para garantizar el éxito de la operación.
Tras 11 horas de cirugía, las pequeñas Abby y Erin finalmente pudieron ser separadas.
Las experiencias por las que pueden pasar los gemelos en el vientre materno los marca de por vida. Ni qué decir del caso de estas pequeñitas, que no sólo que conivivieron juntas, sino que además físicamente permanecieron unidas por la cabeza .
Fue así como las mellizas tuvieron que permanecer en el hospital durante 485 días con la esperanza de que todas sus operaciones vitales estuvieran bajo control y se garantice su total desarrollo e independencia de órganos.
El Hospital de Niños de Filadelfia ha sido el hogar para Abby y Erin durante sus primeras semanas de vida.
Y tanto sus padres, como todo el personal médico, dan fe de que su historia es una inspiración para muchos.
Finalmente, las pequeñas fueron dadas de alta y su familia celebró el alegre momento de poder tenerlas ya en casa rodearlas del cariño que tanto necesitan.
Lógicamente, estas valientes guerreras tienen todavía muchos obstáculos que vencer. Pero gracias a todo el apoyo y el amor de sus padres, así como del cuidado de los médicos, poco a poco van dando pasos hacia su total recuperación.
Heather y Riley abrieron una cuenta de GoFundMe para acudir a la solidaridad de la gente, ya que los tratamientos y los medicamentos que les tienen que administrar superan todas sus posibilidades económicas.
Aquí puedes ver un pequeño documental de estas valientes pequeñas que han superado todos los obstáculos. Recuerda activar los subtítulos:
Así lucen estas grandes guerreras hoy en día, a 2 años de haber sido intervenidas:
Esperamos que Abby y Erin reciban todo el apoyo y el cariño que merecen. Sus cabecitas ya están separadas, pero sin duda serán las mejores hermanas del mundo y permancerán unidas para siempre.
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