La caza furtiva es uno de actos más crueles, en los que los animales en su mayoría en peligro de extinción, se enfrentan ante su peor depredador: el ser humano.
Rinocerontes, elefantes, tigres, leones, y un largo etcétera son víctimas de los cazadores que cobran su vida para conseguir un trofeo y saciar su sed de sangre.
De los más de 1.000 rincerontes que pierden la vida cada año, el 90% son cazados en Sudáfrica.
Pero un grupo de valientes heroínas decidió enfrentarse a los cazadores y proteger hasta con su vida la reserva natural de Balule.
Ellas se hacen llamar las Black Mambas y son 26 mujeres, entre 19 y 33 años.
En su intento por defender a los rinocerontes recorren a lo largo y ancho del Parque Nacional Kruger, alrededor de 400 kilómetros ahuyentando a los cazadores furtivos.
Su trabajo y el de muchas asociaciones animalistas y organismos internacionales ha dado sus frutos, y en la zona se ha tenido conocimiento de la caza de apenas 2 ejemplares de rinocerontes, por sus cuernos.
A pesar de que es una cifra menor, ellas no pararán hasta que el número de vidas cobradas sea CERO.
Particularmente desgarrador fue encontrarse con un macho y una hembra embarazada que fueron acribillados a tiros y arrancaron sus cuernos.
Fue entonces cuando pensaron que debían estar mejor preparadas.
En medio de su tarea por acabar con la caza furtiva, entrenan diariamente muy duro, pero jamás usan armas. Por lo que su mérito es realmente heróico.
Aunque se tiene conocimiento de que reciben una compensación económica del gobierno alrededor de 250 dólares, es valor muy simbólico y por supuesto que ellas no trabajan por el dinero.
Las Black Mambas permanecen durante 21 días seguidos en la reserva, lejos de sus familias.
Durante ese tiempo se turnan entre ellas y viven en chozas compartidas. Tras esas 3 semanas, regresan a su hogar y se toman un descanso de 10 días, después de lo cual vuelven para la batalla.
Los cuernos de rincerontes son altamente apatecidos en el mercado negro por su fama de fines curativos, especialmente en el continente asiático.
El valor de los cuernos de rinoceronte ha superado por bastante el del oro y la cocaína. Se estima que se paga hasta 60.000 euros por cada kilo.
Lo que estas mujeres hacen por acabar con las injustas pérdidas de estos grandiosos animales no tiene precio. Han sido galardonadas con el premio Campeones de la Tierra, el máximo reconocimiento medioambiental que lo otorga las Naciones Unidas. Además, muchas organizaciones animalistas saben de todo lo que arriesgan y por eso las apoyan.
Pero a pesar de todo lo que han conseguido literalmente «pateando el trasero de los cazadores», se quejan de que todas las promesas de ayuda que han recibido no siempre llegan.
Aquí tienes un documental emitido por Channel 4, donde puedes conocer su realidad. ¡Es impresionante lo que hacen!
ADVERTENCIA: Algunas imágenes pueden herir la sensibilidad
Esperamos que finalmente estas valientes mujeres reciban el apoyo en formación y recursos que tanto necesitan. Comparte esta noticia para ayudarlas a levantar la voz. ¡Tienen que ser escuchadas!