La época navideña es de gran unión familiar, pero también de grandes gastos para nuestros bolsillos. Y es que a pesar que la intención de estas fechas es pasar el tiempo en familia y disfrutar los pequeños momentos con bondad, solidaridad y amor, la época suele implicar gastos para la decoración de la casa y regalos para nuestros seres queridos.
Lamentablemente, no todas las personas tienen la fortuna de vivir una Navidad con lujos; sin embargo, se esfuerzan para que prevalezcan sus tradiciones y su espíritu navideño.
Así lo está haciendo este año la familia Sterling, conformada por la madre, Joanna, y sus dos hijos que, por culpa de un mal contratista, están sin un solo centavo en su cuenta y su casa fue convertida en un completo desastre.
Todo empezó cuando Joanna decidió hacer un porche y un baño en la planta baja de su casa en Whitely Bay, North Tyneside. A ella le sugirieron un gran contratista para realizar el trabajo al cual le pagó casi 7.000 dólares por adelantado para materiales y 2.500 dólares por la mano de obra de la remodelación.
Sterling estaba muy entusiasmada con lo que sería su nuevo hogar, pero no contaba con que el tan recomendado contratista dejara de ir a trabajar, sus ausencias cada vez eran más largas y la casa solo era agujeros, escombros y tuberías expuestas.
La remodelación se atrasaba cada vez más, y el constructor iba menos hasta que ignoró cada llamada, mensaje y correo que le enviaba Joanna, desapareciendo con todo su dinero.
La mujer, al borde de la desesperación, tuvo que buscar otro contratista, al que a duras penas pudo pagarle para cubrir las tuberías expuestas. Ahora, ella y sus dos pequeños debieron pasar estas fechas de fiestas con muchas deudas y en una casa prácticamente destruida.
Las tarjetas de crédito fueron agotadas al máximo y tuvo que pedirles dinero a sus amigos y familiares para resolver los asuntos de Navidad para sus pequeños.
He llorado todos los días”, comenta Sterling.
Quien además confiesa que las condiciones de su casa no la motivaron a celebrar la Navidad, por lo que ha tenido que tomar antidepresivos para llevar esta difícil situación.
Ahora, la justicia británica busca a este contratista, y a decenas más que van realizando malos trabajos en todo el país. Muchos compran materiales de mala calidad para tomar parte el dinero, abandonan su trabajo o realizan algo mal para obtener un pago adicional para enmendarlo.
Esto sucede desde que una investigación arrojó que los contratistas instan a los propietarios de las casas a firmar un documento que los obliga a callar ante una queja, reclamo o compensación sobre sus propios hogares.
Esperamos que la familia Sterling haya logrado sobrellevar toda la situación y que tanto ella como sus hijos hayan logrado vivir una temporada feliz durante estas fechas.
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