¿Cuántas veces hemos perdido algo material que es tan importante emocionalmente para nosotros que nos destroza el corazón? Encontrarlo, recuperarlo o repararlo sería imposible, pero como dice el famoso dicho: la esperanza es lo último que se pierde.
Las alianzas de boda son de los más importantes símbolos que tiene una persona casada debido a que en ese anillo representa de manera física todo el amor que se tiene la pareja y el compromiso que existe entre ellos. Por costumbre, las alianzas son de oro y son entregadas por los esposos el día de la celebración nupcial para después lucirlas todos los días en su dedo anular.
Hace 9 años, Paula Stanton se encontraba lavando uno de los sanitarios de su casa en Somers Point, en Nueva Jersey, Estados Unidos. Generalmente son solo desechos lo que se va por el retrete, uno no quisiera que nada de lo que se va por allí regresara, pero Stanton estuvo deseando durante 9 largos años que volviera su anillo de boda que se fue por el retrete.
Parece que mientras la mujer limpiaba el inodoro, el valioso anillo de oro con incrustaciones de diamantes se cayó de su dedo y, sin darse cuenta, ella misma lo envío al sistema de aguas negras de su ciudad.
Ella y su esposo buscaron durante muchos años la forma en obtenerlo, pero por desgracia, no lo hallaron. Se rindieron y su esposo le compró otro anillo para que lo pudiera lucir en su dedo.
Pero transcurrieron 9 años y Stanton, con 60 años, todavía guardaba una pizca de esperanza de volver a tener en su mano su hermoso anillo. Un día, volviendo a casa, ella, su esposo y su hijo, que venía de Carolina del Sur de visita, notaron que en su puerta había una nota que les pedía que se comunicaran con el Departamento de Obras Públicas de Nueva Jersey.
Lo primero que pensó la familia era que debían hacer alguna reparación cerca de su casa y necesitaban usar espacios como el patio, pero la sorpresa alegró a los esposos Stanton. Uno de los trabajadores había encontrado su anillo en los alcantarillados de Bay Avenue. Sin embargo, el saber que esta pareja estaba buscando su anillo no era casualidad, sino más bien algo del destino.
Hace tres años, el trabajador del Departamento de Obras Públicas, Ted Gogol, trabajó cerca de la casa de Paula y Michael Stanton. Él ya conocía a Michael porque es una figura activa del deporte en su comunidad, y cuando él se acercó con su esposa lo reconoció. Pararon para decirle que si encontraban un anillo seguramente se trataría del que Paula había perdido. En ese momento no encontraron ninguno pero se quedaron con el mensaje.
Gogol les aseguró que desde empezó a trabajar en Obras Publicas desde 1997 ha encontrado cosas muy inusuales, pero muchas son difíciles de ver porque están cubiertas de lodo y aguas muy oscuras. Sin embargo, les dijo que si encontraba algo se lo haría saber.
Esa vez, Gogol ni ninguno de los otros trabajadores lograron encontrar anillo alguno. Sin embargo, recientemente mientras Gogol trabajaba en una alcantarilla, vio algo brillando entre el lodo y cuando lo tomó no había duda de que era el anillo de Paula, así que los contactó de inmediato.
Ese momento fue perfecto. Además de ser un milagro de Navidad, también lo recibió a pocos días de cumplir 38 años de feliz matrimonio, que fue el 27 de diciembre.
Esta historia nos demuestra que nunca debemos perder la esperanza. ¡Comparte y comenta con tus amigos!