Bien dice el dicho que las apariencias engañan, y cuando se trata de algo que llama poderosamente nuestra atención, es probable que al tratar de descubrir el misterio que guarda algo que pica nuestra curiosidad, terminemos sorprendidos totalmente, por no decir que perdamos el aliento o que incluso hasta arriesguemos nuestra vida en el intento.
En eso, los gatos nos pueden dar grandes muestras. De ahí que un conocido refrán diga que «la curiosidad mató al gato», aunque muchos insisten que por lo menos «murió sabiendo».
Algo similar es lo que les sucedió a un grupo de adolescentes, cuando vieron en una esquina algo que parecía ser un animal peludo que dormía.
El hallazgo sucedió en Cuchujaqui (México), mientras daban un paseo por una villa en Álamos, al sureste de Sonora.
Los chicos no podían comprender cómo en una zona tan inhóspita se encontraba ese animal tan peludo, pensando que fuera un perro, un oso, un lobo, o quién sabe qué especie tan extraña que llamaba su atención.
Su curiosidad cada vez iba en aumento, hasta que uno más audaz decidió tomar un palo de madera para moverlo un poco, a ver si así descubrían de qué se trataba.
Mientras, otro comenzó a grabarlo todo. La tensión máxima llegó cuando al mover esa bola de pelos, y presionar un poco con el dedo índice, casi se quedan sin aliento.
Eran nada menos que un montón de arácnidos que al estar juntos, daban la sensación de un peludo animal.
El usuario de Twitter @Rada_SC compartió el video del curioso momento, que ha dejado sin palabras a millones de usuarios en las redes.
Apenas pudieron mover al conjunto de animales que estaban totalmente pegados unos a otros, vieron cómo los arácnidos se separaban y adquirían movimiento propio. ¡Una escena que puede impactar a cualquier persona que tenga aracnofobia!
El vídeo tiene casi 2 millones de reproducciones y ha sido retuiteado más de 10.000 veces:
Ayer explorando #Alamos# Sonora… lo que parecía ser un animal dormido en un cuevita resultó ser algo más sorprendente! pic.twitter.com/gJry170M5c
— Rada SC (@Rada_SC) 29 de diciembre de 2018
Rada después reveló que en realidad se trataba de un grupo de opiliones, también conocidos como murgaños, patoñas o segadores.
Son animales que aunque pertenecen al grupo de lo arácnidos, suelen ser confundidos con las arañas, pero no lo son. No son venenosos, por lo que no suponen peligro alguno para el ser humano.
Los opiliones suelen descansar en conjunto para protegerse de las temperaturas extremas, y huyen rápidamente al sentirse amenazados, como sucedió con los chicos que los invadieron mientras dormían.
Afortunadamente, fue un episodio que terminó con suerte. Definitivamente, no todo es lo que parece y es una gran lección para dominar la curiosidad si no quieres morir de un susto. ¿Tú te atreverías a hacer lo que hicieron estos chicos?
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