En ocasiones, hay situaciones en que la vida nos golpea duro y parece que todo está en nuestra contra. Y cuando parece que las cosas van a peor, aparece algo en nuestro día que nos toma por sorpresa. No sabemos cómo, pero nos damos cuenta que nuestras súplicas al fin fueron escuchadas.
Es lo que le sucedió a Cheryl Stewart, una valiente mujer cuya historia ha dado la vueta al mundo.
Cheryl trabaja en la cafetería de Teton High School, en Idaho, Estados Unidos.
Cheryl se ha tenido que enfrentar a las situaciones más duras durante los 2 últimos años. Mientras su marido lucha contra un cáncer de próstata y la enfermedad de lupus, ella también lucha por sobrevivir a un cáncer de colon.
Pero como su marido está totalmente imposibilitado de trabajar, a ella le ha tocado sacar fuerzas de donde no le quedan para encarar la economía familiar, mientras afronta su propia batalla.
Ella ha tenido que conseguir varios trabajos para poder pagar las cuentas a fin de mes. Así que además del trabajo en la cafetería de la escuela, también prepara paquetes de flores para una funeraria.
Básicamente, ella trabaja de sol a sol y cada minuto intermedio que le queda. Cuando ella no está trabajando, está cuidando de su marido… ¡Todos los días del año!
Para rematar la dura situación de la pobre mujer, su automóvil se averió y ya que no tenía dinero para repararlo, ha tenido que pedir a sus padres el suyo para poderse trasladar a todos sus trabajos y llegar a tiempo.
Dentro de su delicada salud, sigue trabajando a pesar de que tiene una cirugía pendiente en el pie. La misma que no ha podido programar porque no puede dejar de trabajar, por lo que la ha pospuesto para las vacaciones de invierno de la escuela, y así no perder su sueldo.
Cuando todo parecía ir cada vez peor, un buen día su jefe la llamó. Ella pensaba que sería para pedirle que trabajara horas extras. La preocupada mujer, aunque le suponía un esfuerzo adicional, estaba dispuesta a aceptarlo y acudió a la reunión, sin imaginar la sorpresa que le aguardaba.
En lugar de su jefe, se encontró a un hombre con un micrófono, que le entregó una caja. En su interior, nada menos que la llave de un coche nuevo para poder aliviar en algo sus infinitas necesidades.
La reacción de Cheryl al recibir las llaves no tiene precio
Pensaba que tendría que trabajar horas extra, pero en su lugar un donante anónimo que conoció su historia, quiso hacerle ese regalo.
Cheryl Stewart estaba temblando mientras la llevaron a entregarle una SUV último modelo y lógicamente la mujer no pudo contener su emoción.
Finalmente, la mujer, entre lágrimas sólo tuvo un abrazo de agradecimiento. Pero lo más bonito de este gesto es que jamás podrá saber quién fue ese donante anónimo.
Este es el momento en que a Cheryl le dieron la más emotiva sorpresa en su trabajo. Recuerda activar los subtítulos:
Se dio a conocer que el donante en cuestión no sólo ha devuelto la alegría a Cheryl, sino que se ha dedicado a resolver los problemas de algunas familias necesitadas en todo el estado, entregando autos y hasta más de 250.000 dólares en efectivo, sin que nadie conozca su identidad.
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