La escena de un niño afroamericano acurrucándose en los brazos de una mujer blanca que aparentemente no era su madre, sino una desconocida, dio la vuelta al mundo desatando una ola de comentarios.
Hay imágenes que valen más que mil palabras. Como lo que sucedió con una foto tomada en un partido de fútbol de una escuela secundaria de Georgia, Estados Unidos. Una emotiva imagen, que rápidamente enamoró en las redes sociales. Esta es su historia…
Star Balloon-Bradley escribió en Facebook que se encontraba en un partido de fútbol, en el Lowndes High School, de Valdosta, con su sobrino Isaiah.
Star relató que en pleno partido el pequeño se acercó a una mujer de raza blanca y sin más se sentó en su regazo.
«Estaban hablando como si se conocieran de toda la vida. Su primera reunión duró 20 minutos, y luego la mujer tuvo que irse al medio tiempo para encontrarse con su hija», escribió Star.
Sin embargo, no sería la última vez que el par se encontraría. Según relata la tía de Isaiah, volvieron a acudir a otro partido y por esas casualidades de la vida, el pequeño volvió a ver a misma mujer y no dudó en ir corriendo a saludarla. Después de todo, ya eran amigos.
«Isaiah caminó hacia ella sonriendo, se arrastró en su regazo y apoyó la cabeza en su hombro. Ella lo recibió con los brazos abiertos», escribió Star en Facebook.
La imagen del niño de ascendencia africana abrazando a la mujer que apenas conocía dio la vuelta al mundo
La mujer que pudo ser identificada como Angela, «no dudó en acoger al pequeño en su pecho y le dio una palmadita en la espalda para que se durmiera como si ella misma lo hubiera dado a luz. ¡Fue lo más dulce!», dijo la tía del pequeño.
Pero a Balloon-Bradley le preocupaba que su sobrino estuviera incomodando a la mujer; sin embargo, rápidamente se dio cuenta que era todo lo contrario. Ella solo lo siguió abrazando y amaba cada segundo, especialmente porque ella tiene su propia hija de 15 años, y estos momentos ya no los tiene más.
Después dirigió a Balloon-Bradley unas palabras que jamás olvidará:
«Los momentos como este no tienen precio. Después de todo, no pasará mucho tiempo hasta que Isiah sea un adolescente, quizás jugando al fútbol en ese mismo campo, y demasiado avergonzado para dejarse acurucar por su madre, su tía o un nuevo amigo».
A partir de que la tía de Isaiah publicó las imágenes en Facebook, han dado la vuelta al mundo, llegando a compartirse más de 350.000 veces y acumulando más de un millón de «me gusta».
El momento entrañable entre los dos amigos conmovió a millones de personas, pero sobre todo a la mamá de Isaiah, Thameka Miller, quien sólo tuvo palabras de agradecimiento.
“¡»Isaiah puede parecer tímido al principio, pero hay algunas personas con las que se encariña de inmediato, y Angela es una de esas personas. Isaiah tiene un corazón tan puro y e incluso a su corta edad puede discernir si una persona necesita un abrazo y ama a las personas mayores. Doy gracias a Dios por este momento. ¡Esto realmente trae lágrimas a mis ojos!”, escribió por su parte, la madre de Isaiah.
«Con toda la tensión racial que está ocurriendo, me alegra ver fotos como estas porque demuestra que el color no le importa a mucha gente», dijo Star en su publicación.
«Discutir sobre cosas como tales nos hace extrañar los placeres simples en la vida», concluyó.
Thameka también piensa que la publicación de Star se hizo viral porque las personas se emocionan al ver que la raza no tiene límites, y eso se palpa especialmente a través de los ojos de un niño.
«Esta historia ayuda a restaurar la esperanza en la humanidad y muestra el poder del amor. También la inocencia de un niño y cómo el amor no tiene límites de color», concluyó la madre.
En cuanto a Angela, una vez que supo que Star publicó las fotos sobre ella, no pudo evitar recordar lo bien que se sintió:
“Me siento humilde por las amables palabras que todos han hablado. ¡Isaiah es absolutamente adorable! Rezo para que la gente quiera a Jesús en todo esto y sepa que su amor está más allá de toda medida y así es como quiero amar y vivir mi vida. ¡No soy digna, pero Él sí lo es!».
Es una historia que merece llegar a todos los rincones del planeta. ¡Cuánto por aprender!