Después de que el caso del rescate de Julen hubiera sido tomado por los agentes de la Policía Judicial y las indagaciones a cargo de la Guardia Civil hayan avanzado mientras se esperan los resultados definitivos de la autopsia, los familiares del pequeño han tenido que rendir declaraciones sobre lo sucedido en la finca de Totalán el pasado 13 de enero, y diversos medios han tenido acceso a ellas.
«A las 13.48 horas, me encontré mal y me fui de la mesa a un sitio donde había unos sacos de arena para hacer una llamada de teléfono a mi encargado del McDonald’s del centro comercial de Rincón de la Victoria y decirle que no iba a trabajar. Julen se quedó al cuidado de mi pareja», dijo Victoria, la mámá del niño, ante la Guardia Civil.
«Escuché chillar a todos y cómo se dirigían al agujero del pozo. Al asomarme a la boca del pozo escuché a mi hijo llorar y vi cómo mi pareja quitaba de los bordes piedras y arena para que no cayeran dentro. Dejé de escucharlo llorar y empecé a gritar, desesperada», ha sido el desgarrador testimonio de la madre.
Algunas imágenes revelan que en los alrededores del pozo había restos de materiales de construcción…
Así como la evidencia de la comida familiar que estaban organizando
Mientras que cuando le correspondió el turno de declarar a José Roselló, ante la Guardia Civil, dijo:
«Llegamos a las 13.00 a la parcela, David (su familiar y dueño de la finca) quiso hacer la comida, pero yo le ayudé y mi mujer y mi prima se quedaron al cuidado de los niños«, declara el papá de Julen.
«Pasado un tiempo, mi mujer llamó por teléfono al encargado del trabajo para decirle que no iba porque se encontraba mal; en ese momento, yo estaba echando unas ramas al fuego y vi cómo mi hijo corría por la zanja hacia la esquina donde había un pozo, estando el dicente a unos 10 o 15 metros, por lo que salí corriendo para cogerlo, no llegando, y vi cómo se cayó por el pozo», explica.
«Junto a la boca había dos ‘cantillos’ (bloques de hormigón) separados y en el medio quedaba el agujero. Sabía que el pozo estaba allí, David me lo había dicho, pero que estaba tapado por los dos ‘cantillos'».
«Escuché a mi hijo llorar dentro del pozo, por lo que quité todas las piedras y broza que había alrededor y llamé a mi hijo, al que estuve escuchando llorar 30 segundos, mientras le hablaba para tranquilizarle», termina el no menos desgarrador relato del padre.
Por su parte, la prima de José Rosello asegura que «estaba cerca y también vio cómo caía por el pozo».
Sin embargo, todavía la Guardia Civil investiga todas las declaraciones debido a las contradicciones entre el pocero, los familiares y las propias del padre que no coinciden en su totalidad.
Así se encuentran los pozos en la actualidad: el de la izquierda, donde cayó Julen; y el de la derecha, perforado para rescatarlo.
La titular del juzgado número nueve de Málaga ya ha tomado declaración a varios testigos más, incluyendo al pocero, que se mantiene en su argumento de que el pozo estaba tapado, pero que habría sido alterado después para una construcción ilegal.
La jueza de instrucción de Málaga finalmente deberá determinar si el fallecimiento de Julen es un homicidio por imprudencia, penado con hasta cuatro años de cárcel, y quiénes serían los responsables y los que deberían pagar el costo total del rescate.
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