Un embarazo es una de las mayores alegrías que puede recibir una pareja. La ilusión y la felicidad embargan sus corazones.
Así lo sintieron Jade y su esposo Mark, una pareja de West Yorkshire, Reino Unido, que esperaba con gran entusiasmo a su primera hija, Amalie Maya. Sin embargo, el idílico sueño se volvió turbio en el momento en que un escáner reveló un defecto genético en el bebé.
Jade Dodson tenía 20 semanas de embarazo cuando una ecografía mostró que la niña tenía espina bífida. Este es un defecto del tubo neural que afecta a uno de cada mil bebés. Justo en ese momento, Jade Dodson y su esposo se enfrentaron a la dura decisión sobre la vida de su bebé no nacido.
«Esto ha sido, con mucho, la cosa más difícil que hemos enfrentado», expresó la madre en su página de recaudación de fondos.
En el caso de Amalie, los doctores le diagnosticaron la forma más compleja y común de este defecto, mielomeningocele.
Lo cual implicaría que la niña tendría parálisis total de las piernas, disfunción urinaria e intestinal y dificultades de aprendizaje. La pequeña necesitaría una operación de forma casi inmediata a su nacimiento y durante su vida estaría en constante riesgo de infección y mayores daños cerebrales, debido a la derivación unida a su cerebro.
El terrible panorama acabó con la ilusión de los padres, quienes debieron enfrentarse a la decisión más dura de su vida. Los médicos advirtieron a la Sra. Dodson los problemas que la niña padecería si ella continuaba con su embarazo. Después de dos angustiosas semanas y deliberaciones, la pareja decidió interrumpir el embarazo para evitarle el dolor a su pequeña Amalie Maya.
«Sentimos que esto era lo mejor éticamente para Amalie. Nuestra decisión fue hecha enteramente por ella», dijo Jade.
A las 22 semanas, el embarazo fue interrumpido. Jade fue sometida a un procedimiento con anestesia local.
En teoría, la niña nació sin vida el 22 de diciembre del año pasado, aunque su nacimiento estaba programado para el próximo 27 de abril. Los padres y demás familiares de la pequeña celebraron un funeral simbólico el pasado 4 de enero, después de que Jade Dodson pudo recuperarse de una leve infección que la atacó después del procedimiento.
En honor a su hija no nacida, esta pareja se ha comprometido a recaudar fondos para ayudar con las investigaciones sobre este efecto congénito y poder ayudar a reducir el número de pacientes con espina bífida. La pareja ha decidido emprender un desafío con otros amigos y familiares, juntos recorrerán los Valles de Yorkshire Dales.
“El objetivo de nuestro desafío de los picos de Yorkshire es recaudar los fondos tan necesarios que se requieren para proporcionar una investigación continua sobre la prevención y el tratamiento futuros de la espina bífida y otros defectos del tubo neural. Juntos podemos ayudar a eliminar la espina bífida para siempre».
Además, de esta iniciativa. La madre ha creado una campaña benéfica, con la cual buscan recaudar $6.500 que serán donados al Fondo Nacional Action Medical Research, que contribuye con las investigaciones sobre la espina bífida. A pesar del dolor causado por la dura decisión, estos padres se han armado de valor y han decidido actuar en memoria de su hija que no pudo nacer.
Con sus acciones, esta pareja ha transformado su dolor en una gesto positivo por los demás. Te invitamos a colaborar compartiendo esta nota y multiplicando su mensaje.