Lo que vivió este pequeño de 10 años fue una experiencia que lo marcará de por vida, estuvo durante un día conviviendo con el cuerpo de su madre sin saber que había fallecido.
Era un día como cualquier otro para la familia, estaban en el apartamento donde residían en Milán, Italia, después de varias horas en las que su madre no despertaba el niño decidió alertar a sus vecinos.
En medio del pánico exclamó: “Mi mamá tiene la cara negra, está oscura”. Los vecinos acudieron de inmediato al llamado, entraron en la vivienda y vieron a la mujer acostada en el sofá sin signos vitales.
Llamaron a las autoridades policiales quienes al llegar confirmaron el fallecimiento, el niño habría estado junto al cuerpo sin vida de su madre durante todo ese día.
Los agentes informaron que la vivienda se encontraba desordenada: “En la cocina había basura y porquería por todas partes, con restos de alimentos descompuestos, medicamentos dispersos por la vivienda, y en el baño no se cumplía ninguna medida de higiene ni sanidad”.
En el año 2017, los servicios sociales de la comunidad visitaron la vivienda porque el menor tenía problemas en el colegio. Su madre lo había descuidado porque estaba quebrantada de salud, además, vivían en condiciones muy precarias porque no tenía empleo estable y su pareja, padre del menor nunca asumió su responsabilidad respecto a la manutención del niño.
Hace dos años, se envió un informe a la Oficina de Menores del Tribunal de Menores, se había iniciado un procedimiento con la solicitud de emitir una orden con medidas drásticas, pero nunca se concretaron.
La madre se manifestó negligente, tenía escasos recursos personales para criar al pequeño, rechazaba las ofertas de trabajo o no tenía estabilidad laboral.
Los poderes de la fiscalía son limitados, solamente pueden pedirle a la corte que emita un fallo, y el Tribunal gestiona una investigación en función del interés del menor. Su caso podría haber tenido otro desenlace.
Los agentes de la policía comentaron que un hecho que llamó su atención sobre el apartamento donde falleció la mujer es que la única área que permanecía limpia y organizada era la habitación del niño.
Se desconoce la causa, posiblemente la madre en medio del caos quiso conservar el espacio del niño limpio y ordenado o él mismo procuraba mantener su habitación en buenas condiciones.
“Hablé con ella”, relató el pequeño que se encontraba en estado de shock, cuando comenzó a caer la noche él se atrevió a salir al balcón de su apartamento, y llamó a uno de sus vecinos con desespero.
Le dijo que el rostro de su madre se había oscurecido, no sabía que hacer, no quería dejarla sola, pero supo que necesitaba pedir ayuda cuando notó que su madre estaba rígida e inmóvil.
El estremecedor caso ha conmovido a miles de personas que esperan que el niño pueda superar las adversidades que ha tenido durante su infancia y reciba el calor de un hogar donde crezca en medio de amor y respeto. Compártelo.