Cassandra Sheldon sufrió de obesidad desde que era tan solo una niña. Al principio no entendía que algo podía estar mal con su cuerpo, pero sus compañeros de colegio comenzaron a hacer alusión a su peso con apodos.
“Siempre he sufrido de sobrepeso a pesar de ser muy activa. Crecí jugando todo tipo de deportes”.
Cuando entró en la adolescencia las cosas comenzaron a complicarse aún más. Cassandra comenzó a sentirse cada vez más insegura y temía que nunca lograra salir en citas como cualquier chica de su edad ya que la podrían rechazar.
A pesar de que siempre contó con el apoyo de sus amigos y familiares, decidió que era hora de hacer algo para adelgazar pero tuvo muchos problemas en conseguir la mejor vía para lograr su objetivo.
“Tuve trastornos alimenticios para tratar de lograr lo que no alcanzaba con el ejercicio. Sólo logré bajar 20 kilos pero terminé recayendo en mis viejos hábitos alimenticios y alcancé más peso que el que tenía originalmente”.
Cassandra parecía dispuesta a rendirse. Pesaba 146 kilos, tenía mucho dolor de espalda y problemas en la piel. A la hora de conducir también comenzaba a tener muchas dificultades ya que su barriga comenzaba a chocar con el volante. Había que cambiar. Fue entonces cuando comenzó a investigar todo sobre la cirugía Bariátrica o de manga gástrica.
“La cirugía hizo que comiera porciones más pequeñas y así no me siento con hambre”.
Después de la operación del marzo del 2017, Cassandra se sometió a una exigente rutina de ejercicios para poder mantener su figura. Era de vital importancia que tuviera una dieta alta en proteínas.
“La gente suele pensar que esta la salida más sencilla a la obesidad. No podrían estar más equivocados. Es una cirugía mayor y sólo se realiza como último recurso cuando las dietas y el ejercicio no están dando resultados”.
Ahora Cassandra ha quedado tan irreconocible que teme no poder realizar el viaje de sus sueños a Bali. Decidió acudir a las redes para recibir consejos sobre lo diferente que luciría en su foto de pasaporte y en su lugar recibió miles de felicitaciones por el drástico cambio que había logrado dar a su vida.
Cassandra tiene 27 años de edad y han pasado dos años desde su cirugía.
Por otra parte, muchos usuarios le aseguraron que el software de reconocimiento es lo suficientemente avanzado para no causarle ningún problema en su viaje.
“Tengo una nueva vida. Siento que mi exterior ya coincide con mi interior. Estoy más feliz que nunca”.
Celebramos la determinación y el empeño de Cassandra en lograr dar un vuelco tan positivo y saludable a su vida. No hay duda de que esta es una transformación que sirve de inspiración para tantas personas que deben luchar día a día contra la obesidad.
No te vayas sin compartir este importante logro de Cassandra para inspirar a más personas.