Arne Murke y su hermano Helge aceptaron un trabajo que requería de mucho tiempo en el océano. La labor consistía en llevar un yate desde Nueva Zelanda hasta Brasil. No sería un proceso sencillo, pero Arne quería el dinero para ayudar a cubrir los gastos de su hija de 11 años.
Arne es de origen alemán y tiene 30 años de edad.
Poco después de comenzar el trayecto se encontraban en la bahía Tolaga cuando las cosas comenzaron a complicarse. El viento comenzaba a ser cada vez más fuerte y en medio de un inesperado giro Arne fue expulsado fuera del yate. Había caído al agua sin ningún tipo de salvavidas y las agitadas olas lo alejaban cada vez más de su hermano. En cuestión de minutos perdieron el contacto visual.
“Caí justo al lado del bote pero pasé unos segundos bajo el agua. Mi hermano me lanzó una soga y un salvavidas pero quedaron como a tres metros de distancia. No los pude alcanzar. Después creo que el motor explotó”.
Sobrevivir en el medio del mar que se encontraba en temperaturas sumamente frías no era tarea sencilla. Afortunadamente, gracias a la experiencia de Arne recordó un truco muy particular que lo ayudó a mantenerse a flote mientras los equipos de rescate lograban encontrarlo.
“Había visto ese truco hace muchos años y pensé que si alguna vez quedaba en el mar sin salvavidas tendría que hacerlo”.
El truco que Arne había aprendido en la marina consistía en utilizar unos jeans para hacer una especie de salvavidas. Arne sabía que esa era su única esperanza así que quitó sus jeans y comenzó a hacer lo que había aprendido hace tantos años.
“Hice nudos al final de cada bota del pantalón y traté de inflar los jeans. Tiré de ellos sobre el agua para que entrara aire en el interior y luego los empujé debajo del mar. El resultado fue una especie de chaleco salvavidas improvisado”.
Arne se mantuvo así durante tres horas y media. A pesar de que su truco lo ayudaba a mantenerse a flote necesitaba mantenerse en movimiento y utilizar todas sus fuerzas para lograr sobrevivir.
“Mis piernas comenzaban a temblar. Estaba muy cansado así que me metí bajo el agua pero no podía usar mis manos porque debía sostener mis jeans”.
En algún momento comenzó a sentir que perdía sus fuerzas y además los jeans se estaban quedando sin aire. Fue el único momento en el que pensó que había llegado su final. Fue entonces cuando recordó a la persona más importante en su vida. Sabía que tenía que luchar por ella.
“Pensé ‘Hazlo por tu hija’”.
Un par de horas después un equipo de rescate logró dar con su paradero y lo salvaron. Arne demostró una fortaleza increíble para lograr mantener la calma en medio de un momento tan difícil.
No te vayas sin compartir el curioso truco que salvó la vida de Arne y que podría salvar la vida de muchas otras personas.