Un hecho sin precedentes ocurrió en Australia, en la ciudad de Nimbin, a unos 700 kilómetros al norte de Sídney, cuando un hombre que se disponía a llegar a su casa fue afectado con una flecha. Increíblemente, el afilado objeto quedó atrapada en su teléfono móvil, evitándole así ser gravemente herido o incluso terminar muerto.
Cuando llegaba a su casa, la víctima de 43 años observó que en su propiedad se encontraba un hombre, al cual aparentemente conocía. Lo que nunca esperó fue que le lanzara la flecha a gran velocidad.
Al percatarse del inminente hecho, el hombre sacó inmediatamente su teléfono y lo utilizó como escudo
Previendo que algo terrible podía ocurrir, mientras descendía, el hombre sacó su teléfono móvil para capturar en vídeo la escena. Y gracias a ello, la flecha terminó en el teléfono, atravesándolo como si fuera una simple barra de mantequilla y evitando que fuera herido.
El impacto fue tan fuerte que el teléfono móvil salió disparado de la mano del hombre y lo golpeó en el mentón, ocasionándole una pequeña herida. Sin embargo, la pequeña cortadura resulta irrelevante, con lo que hubiese ocurrido de no haber sacado el teléfono que finalmente detuvo la saeta.
El tiro estaba perfectamente calculado, parecía que sería un triste final para el hombre.
Después del suceso, el agresor de 39 años de edad fue detenido por la policía local y puesto a disposición de la justicia. Entre sus cargos, fue acusado por daños a la propiedad y a la persona. Provisionalmente, se le concedió libertad condicional bajo estricta vigilancia y será juzgado durante el próximo mes.
Los resistentes materiales del teléfono impidieron que su usuario resultara herido
Aún queda mucho por esclarecer en este altercado. No se sabe a ciencia cierta quién es el hombre de la flecha, que vínculo tiene con la víctima, y qué lo motivó a hacer tal acción.
Las grietas en el cuerpo del teléfono, evidencian la fuerza con que iba dirigida la flecha
Afortunadamente no hubo víctimas, ni heridos de gravedad. Sin duda alguna, el hombre fue sumamente afortunado de contar con su teléfono móvil cerca y de colocarlo, sin saberlo, en la posición perfecta que le salvaría la vida.
Esta es una muestra más de que las cosas suceden cuando menos lo esperamos. Nadie sale de casa pensando en que podría enfrentar una situación de vida o muerte, pero lo mejor que podemos hacer es tratar de resguardarnos, incluso utilizando como escudo a nuestro inseparable teléfono, y comunicarnos con las autoridades correspondientes.
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