Lisa Burling, de Sídney se enfrentó a la dura experiencia de dar a luz antes de que su embarazo llegara a término con la incertidumbre y desesperanza que implican los riesgos de un nacimiento prematuro.
En un momento como ese en el que la alegría de la llegada de su hijo se ve empañada por su condición la madre necesitaba el apoyo de sus seres queridos, en especial el de su esposo y padre del bebé de 32 semanas que luchaba por sobrevivir.
Pero lamentablemente el destino la sorprendió con una noticia que dejó su corazón devastado, su esposo la abandonó dos días después del nacimiento de su bebé.
Ella se quedó sola mientras estaba desempleada tenía que mantener a dos niños menores de tres años. Luca, el mayor y Nate.
Lisa notó que tenía una llamada pérdida de su esposo, lo llamó y jamás podrá olvidar lo que le dijo.
“Tengo que abandonarte. Esto no está funcionando, no estoy feliz”, le dijo.
“Colgué, respiré hondo y lloré en el suelo de una habitación de hospital fría e impersonal durante lo que probablemente fueron cinco minutos, pero me parecieron horas”, relató Lisa.
Se sentía devastada, quería despertarse y creer que todo era una pesadilla. Pero gracias a la fortaleza que le dieron sus hijos logró reconstruir su vida, en lugar de enfocarse en esos grandes sueños que parecían imposibles, se dedicó a cumplir aquellos pequeños que sabía que estaba en sus manos hacerlos realidad a corto plazo.
En tres años Lisa se convirtió en una exitosa empresaria, asegura que su capacidad de soñar y su optimismo la ayudaron a salir de tan grave situación.
Cuando Lisa tenía 23 años se había mudado a Londres, y aunque le encantaba el estilo de vida del Reino Unido tomó la decisión de regresar a su país para compartir con su familia una década después. En esa etapa conoció a quien era su esposo y tuvieron dos hijos.
Lisa confesó que pensó que estarían juntos por el resto de su vida, así que confió en él cuando decidió que debían emigrar a una ciudad más pequeña y tranquila a dos horas de la capital de Australia.
En esa ciudad ella no pudo trabajar, se limitó a permanecer en casa ocupándose de sus hijos y las laboras del hogar.
Le costó mucho enfrentarse a su nueva vida en la que se veía obligada a trabajar para mantener a su familia, de pronto pasó a ser una madre soltera y no tenía tiempo para deprimirse.
Lisa decidió inspirar a otras mujeres que vivan experiencias similares a la suya y escribió un libro llamado “Dream a Little Dream” en el que relata cómo recuperarse de eventos tan dolorosos. Comparte su testimonio.