Cuando Tracey Smith tenía tan sólo 16 años recibió una noticia que cambió su vida para siempre. Fue diagnosticada con el síndrome de Mayer-Rokitansky-Küster-Hauser, una condición en la que la mujer nace sin útero ni vagina a pesar de que los órganos femeninos exteriores lucen perfectamente normales. Sin embargo, sí tiene ovarios y trompas de falopio perfectamente funcionales.
“Quedé con el corazón roto. Jamás podré tener hijos. Me ofrecieron asistir a grupos de ayuda pero preferí guardarme mis sentimientos”.
Emma Miles, la madre de Tracy sabía lo mucho que esto podría afectar la vida de su pequeña y a pesar de que todavía era muy temprano para tomar alguna decisión le dijo que si en algún momento quería convertirse en madre ella le daría toda la ayuda que necesitara y sería el vientre de alquiler.
Los años pasaron y en el 2014 Tracey conoció a Adam Smith y no tardaron en darse cuenta de que estaban hechos el uno para el otro.
Adam y Tracey se conocieron mientras ambos trabajaban en un hotel.
Cuando decidieron casarse, Tracey se sentía muy incómoda al saber que nunca podrían formar una familia y por un momento trató de evitar la boda afligida. Adam no estaba dispuesto a rendirse, le explicó a Tracey que era junto a ella que quería estar y que de alguna u otra manera lograrían encontrar la solución para poder tener hijos.
“Fuimos a un especialista en fertilidad y nos preguntó si habíamos pensado en alguien para que fuese vientre de alquiler”.
Adam y Tracey consideraron acudir a una organización de vientres de alquiler pero temieron que algunos problemas legales pudieran concretar esa opción. Las leyes en Reino Unido dan derechos a los padres biológicos desde el nacimiento y Tracey temía que esto se convirtiera en un riesgo demasiado grande.
“Fue entonces cuando recordé que mamá se había ofrecido. Volví a preguntarle y su cara se iluminó: ‘Claro que lo haría’”.
Emma recibió la fertilización in vitro con el esperma de Adam y el óvulo de Tracey y 9 meses después nació una bebé completamente saludable a la que llamaron Evie.
Los padres de Tracey todavía aparecen legalmente como los encargados de Evie en su certificado de nacimiento, así que la familia está realizando las diligencias para que Adam y Tracey puedan adoptar finalmente a la pequeña.
“Cada vez que veo a Evie siento que todo ha valido la pena. Es un milagro. Estaré eternamente agradecida con mi mamá”.
No hay duda de que Emma siempre tendrá una relación muy especial con su nieta Evie. A pesar de que parecía algo completamente imposible, Tracey y Adam lograron convertirse en padres.
Es un extraño caso en el que una mujer dio a luz a su propia nieta, no te vayas sin compartirlo.