El pequeño Farouk James de cultura Ghanesa e Inglesa comenzó su carrera de modelo muy pequeño, pero fue a la de edad de 3 años cuando llamó la atención de la industria del modelaje infantil. Su cabello que para algunos podría convertirse en un problema para él fue una gran fortuna.
Su madre Bonnie en una entrevista explicó: “Nosotros tenemos un mensaje positivo que transmitir, queremos alentar a las personas a ser FELICES, estar orgullosas de ser diferente y aceptarse como son. Los niños que no se atreven a dejar crecer su cabello por miedo al que dirán háganlo. Todos los niños deben sentirse cómodos con el cabellos largo si desean tenerlo así”.
Farouk en un inicio no aceptaba su cabello natural ya que sus gigantescos rizos largos no eran bien vistos, gracias a su madre que buscó el lado positivo y enseñó al pequeño a no sentir vergüenza de su apariencia.
En 2014 después de publicar algunas imágenes y vídeos en Facebook, se convirtió en uno de los niños más populares de las redes sociales gracias a su enorme melena y adorable rostro.
A la edad de 4 años al pequeño le preguntaron:
¿Qué consejo les darías a otros niños de los cuales se burlan de su cabello o de cómo se ven? ¿Niños que son malos con otros niños por su aspecto?
Sé fuerte como Superman y amable como Jesús y díganles que lean «El Oso y las abejas», mi libro favorito. (* autor: Ella Richardson) , dijo Faruk
Desde entones el pequeño modelo hoy de 7 años ha conquistado las pasarelas y su madre a lanzado un canal de youtube en el que ofrece consejos a otros padres cómo cuidar y peinar el cabello rizado.
En Instagram administrado por su madre tiene casi 240 mil seguidores y no ha dudado en defender el derecho de los niños a tener el pelo largo si así lo desean.
Casos como el de Farouk son maravillosos, porque enseñarles a los niños desde pequeños que pueden ser como deseen, aceptarse, ser libres de estereotipos y tomar lo que otros consideran extraño como un don, es lo que deberíamos inculcar a todos nuestros niños.
Este tipo de ejemplos contribuirá a avanzar hacia una sociedad en la que los niños desarrollen su capacidad de pensar en el mundo que los rodea, de perseguir metas que tengan sentido para ellos y de tomar decisiones que los hagan inmensamente felices.
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