Una mujer dice sentirse más libre con su silla de ruedas y está agradecida por haber perdido su habilidad de caminar. Por increíble o contradictorio que parezca para Mónica Thomas, de 29 años, no caminar es una gran bendición.
Esta mujer de Indiana, Estados Unidos, ha encontrado su boleto a la libertad en la comodidad de su silla de ruedas, tras haber luchado durante años por mantenerse en pie a causa de una terrible condición.
A los 2 años, Mónica fue diagnosticada con la enfermedad de Charcot-Marie-Tooth (CMT), una afección hereditaria, no curable que deteriora la movilidad del paciente.
A pesar de que varios miembros de la familia de Mónica padecen de CMT y habían podido convivir con la enfermedad sin mayor problema, en el caso de la mujer era obvio que el deterioro en ella iba ocurriendo de manera acelerada. Desde pequeña, la Sra. Thomas empezó a usar zapatos ortopédicos.
«Principalmente sentí la terrible sensación de injusticia que todos sentimos como niños, pero en lugar de frustrarme por no obtener el juguete que quería, solo quería poder correr», dijo Mónica.
Los síntomas de este trastorno generalmente aparecen durante la adolescencia o la edad adulta. Tal como le ocurrió al padre de Mónica que teniendo CMT empezó a perder su movilidad después de los 50 años, pero en la mujer el asunto fue muy distinto.
Mónica pasó de los zapatos ortopédicos a usar un andador y finalmente una silla en sus primeros 19 años de vida.
«Se necesita tiempo y energía para aceptar cada una de esas cosas, porque cada vez que se produce un cambio, se siente como un trastorno en tu vida», dijo la Sra. Thomas.
Antes de utilizar su silla de ruedas, caminar era un asunto frustrante y doloroso para Mónica, quien padecía debilidad en sus músculos mientras estos se iban encogiendo debido a su condición.
Este es el motivo por el cual la silla de ruedas fue realmente un alivio para ella y el boleto para su libertad. Desde esta perspectiva el asunto tiene toda la lógica del mundo.
A los 19 años, Mónica había perdido completamente su habilidad para caminar y, aunque en primera instancia esto fue un duro golpe para ella y su familia, jamás imaginó que aprendería a amarla en poco tiempo.
La Sra. Thomas se siente más libre con su silla porque de algún modo recuperó su movilidad, esa que había perdido desde que empezó a usar el andador y que no recordaba desde hace mucho tiempo.
«Si bien algunas personas pueden ver las sillas de ruedas como una especie de prisión, para mí mi silla de ruedas es mi libertad, ahora me puedo mover más”, expresó la mujer.
Desde que abrazó su realidad en una silla de ruedas, Mónica aprendió a aceptarse como es y se convirtió en una chica más segura de sí misma.
Con su silla tuvo la posibilidad de conocer lugares a los cuales no hubiese podido ir en su andador. Aunque otros puedan considerar una desgracia no poder caminar, esto no ha impedido que la mujer haga su vida de forma independiente.
«Terminé convirtiéndome en una persona más feliz, más segura de mí misma, más confiada. He ganado un verdadero amor por mi cuerpo: las mutaciones genéticas y todo eso», dijo Mónica.
La Sra. Thomas se casó en el 2015 con su novio Alex. Actualmente, el progreso de su condición se ha detenido tras años de acelerado deterioro. Mónica se encuentra feliz y está decidida a contar su historia para alentar a otros a ver con alegría su condición.
Según ella misma asegura, ver la historia de otras mujeres que salían adelante sin importar su condición fue algo que la alentó a seguir y está decidida a retribuir el mismo ánimo a los demás.
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