Muchas mujeres se someten a tratamientos de belleza para perfeccionar la apariencia de sus cejas, suelen depilarse con cera o con hilo para eliminar los vellos que distorsionen la forma del marco de su mirada.
Pero, además, la tendencia de microblading, cada vez adquiere más auge para aquellas mujeres que quieren dar más volumen a sus cejas. Consiste en una técnica de maquillaje que corrige o reconstruye a través de la micropigmentación estética las cejas dibujando su forma para que tengan un aspecto completamente natural.
El efecto de este tratamiento estético dura aproximadamente entre seis meses y un año, depende del estilo de piel de la persona y su estilo de vida.
La técnica se realiza depositando manualmente un pigmento en la capa papilar de la epidermis de la piel comuna pluma especial ofreciendo una rápida cicatrización y la oportunidad de oscurecer o dar grosor a las cejas sin tener la obligación de maquillarse diariamente.
Jami Ledbetter, de Kansas City, Missouri, es madre de tres niños, tiene 42 años y después de someterse a un tratamiento estético de microblading terminó muy avergonzada y con cuatro cejas en su rostro.
Ella aprovechó una oferta que encontró en la página Groupon de 250 dólares en noviembre del año pasado para dar espesor a sus cejas que eran casi ausentes.
Lo que no se imaginó es que protagonizaría un caso de negligencia que ha sido visto por miles de personas. “Nunca desearía esto ni a mi peor enemigo. Lo que han hecho con la confianza que tenía en mí misma ha sido horrible”, relató Jami.
“Estaba devastada, incluso estaba saliendo con un chico y después de este incidente dejó de salir conmigo por mi apariencia”, comentó ella.
Generalmente el precio del tratamiento de microblading puede costar 1.000 dólares la primera sesión, el resultado puede durar entre uno y tres años.
Jami quiso beneficiarse de la oferta, confió en la mujer que prestaba el servicio porque estaba certificada en la técnica, aunque en su estado natal, Missouri, el tratamiento no estaba regulado.
Ella intentó ocultar los daños que sufrió porque no quería que nadie viera sus cejas, trató de cubrir con maquillaje el resultado e incluso buscó ayuda de una mujer que aseguró que podría revertir la negligencia que sufrió, pero quedó peor.
Finalmente, fue a la tienda de Kara Gutiérrez, una artista del tatuaje con licencia y propietaria del salón Spot On Beaty en Lee’s Summit, Missouri quien es especialista es cosméticos permanentes incluyendo la eliminación de tatuajes.
Se sorprendió mucho cuando vio las cejas de Jami el pasado mes de febrero, “me costó contener las lágrimas porque era lo peor que he visto”.
Desde entonces ha estado empleando una solución para aclarar los pigmentos para eliminarlos, la solución se tatúa en la tinta y crea costras se van eliminando en un período estimado de dos semanas para extraer el pigmento.
A pesar de que las cejas de Jami se ven mucho mejor necesita dos o tres sesiones más de tratamiento para que se elimine por completo la pigmentación. Para revertir el resultado que obtuvo gastará cuatro veces más de lo que pagó por el tratamiento.
“Si hubiese sabido que el resultado sería así, probablemente nunca lo habría hecho”, relató la mujer que fue víctima de la mala praxis.
A través de su experiencia quiere advertir a otras personas sobre los riesgos de asistir a establecimientos que ofrezcan precios muy bajos y no cumplan con las normativas para garantizar un óptimo resultado. Compártela.