Para casi todas las madres ocupadas ir a la peluquería para consentirse es un verdadero placer, entre hacerse cargo de las tareas del hogar, de su trabajo, y de las necesidades de sus niños, generalmente les queda muy poco tiempo para ellas.
Por eso es un privilegio cuando pueden dedicarse unas horas al cuidado de su apariencia, cuando se trata de madres de niños pequeños, que exigen atención las 24 horas del día, incluso tomar una ducha es un lujo.
Pero también lo es para muchos profesionales que tienen un oficio que exige compromiso y esfuerzo permanente: como los médicos y enfermeras.
Ashely Bolling, es la dueña de un salón de belleza llamado Captivate Salon & Spa, ubicado en Whitesburg, Kentucky. La empresaria y estilista, sorprendió a una mujer dormida en una de las sillas de la peluquería.
Se trataba de una enfermera que había estado trabajando durante toda la noche, fue recibida en el salón de belleza y poco después cayó rendida en la silla.
La estilista la observó y en cuanto vio sus pies no dudó en tomar una foto de inmediato. La publicó en su perfil de Facebook y desde entonces ha causado revuelo en las redes.
El objetivo de Ashely era reflexionar sobre aquellas personas que viven para cuidar a los demás olvidándose de sí mismas.
Este fue el mensaje con el que acompañó la imagen:
“Me pregunto cuántos kilómetros habrán caminado esos zapatos. Me pregunto sobre lo que habrán caminado. ¿Sangre? ¿Lágrimas? Entrando y saliendo de las innumerables habitaciones de los pacientes que cuida. Me pregunto cuántas horas los habrá llevado puestos. Y pienso en todos los que, como ella, literalmente salvan la vida de aquellos seres que amamos y toman las manos de aquellos que ya no pueden seguir luchando”.
“Y con estos zapatos subidos en esa silla y su teléfono móvil en su regazo, tuve la oportunidad de cuidar de ella, aunque sea solo unas horas, y me sentí enormemente privilegiada de poder cuidar de una gran trabajadora, y una mujer inspiradora que tengo el privilegio de llamar amiga”, agregó la estilista.
Ashley quiso comentar algo más sobre los zapatos, es que el esposo de la enfermera pasó por el salón de belleza porque a su hija se le habían olvidado los zapatos de deporte para practicar una actividad y sin dudarlo, la madre se los quitó y se los entregó para que pudiera asistir.
Así que salió del salón de belleza descalza, incluso sin calcetines demostrando la nobleza y el amor que alberga su corazón al desprenderse de su comodidad para ayudar.
El mensaje viral de Ashely recuerda que el trabajo de las enfermeras no es bien reconocido, y es necesario expresar un gran sentimiento de gratitud hacia ellas por su vocación de servicio durante largas jornadas de trabajo.
Merece la pena compartir este inspirador mensaje, si conoces a alguien que se dedica al bienestar de los demás olvidando el suyo propio reconoce su labor, hazle recordar el valor de velar por sí mismo.