Brittney Sullivan, de Cleburne, Texas, Estados Unidos, fue hallada por su hija desmayada sobre sus pinzas rizadoras para cabello en enero de 2018. La mujer de 32 años sufrió un ataque de epilepsia que le hizo perder la conciencia.
Su hija de 8 años la encontró en el suelo del baño después de que convulsionara quemándose con las pinzas calientes.
Su rostro sufrió lesiones tan graves que necesitó ser sometida a seis cirugías plásticas y a injertos de piel para reconstruir su cara. Las quemaduras fueron de tercer grado. Alrededor de su ojo tenía daños muy severos, pero a pesar de ellos no perdió la vista.
Brittney se ha recuperado satisfactoriamente, aunque le ha costado mucho aceptar su nueva apariencia, aunque desde que aprendió a querer sus cicatrices quiere mostrarle a la gente que la belleza no es solamente la que podemos apreciar con los ojos.
Durante todo el proceso de su recuperación ha contado con el apoyo de su esposo de 36 años, David, y de sus hijos Makennah, de 10 años, Presley de siete y James de 2.
La mujer relató que estaba de pie en su baño mientras rizaba su cabello para ir a su trabajo, pero no recuerda más nada. Lo siguiente que permanece en su memoria es cuando se despertó en una habitación de hospital.
“Mi hija Makennah, quien tenía 8 años en ese momento, me encontró en el piso del baño y enseguida contactó a mis padres. Mi papá llevó a los niños a la escuela y mi madre me trasladó al hospital”, relató.
“Cuando descubrí las lesiones que tenía lloré pensando que nunca me podría ver bella”, lamentó.
Brittney agregó: “Me tomó una semana poder mirarme en el espejo. Un millón de cosas pasaron por mi mente, cuestioné si mi esposo me abandonaría y si mis hijos me tendrían miedo”.
La mujer permaneció ingresada durante 12 días en el hospital, y así comenzó el largo camino de su recuperación.
Fue sometida a seis intervenciones quirúrgicas, una de ellas incluía un procedimiento para expandir el tejido de su rostro e insertar un globo de plástico bajo la piel para estirarla y generar más tejido cicatrizado.
Después repararon sus párpados, su nariz, y sus labios. En otro procedimiento quirúrgico le colocaron los injertos de piel.
A pesar del dolor y de las dificultades ha salido adelante, está muy agradecida por el apoyo de su familia, expresó su admiración por la reacción de su hija ante la emergencia que presenció.
Brittney sigue usando sus pinzas calientes para rizar su cabello a pesar del amargo episodio que vivió, actualmente es la directora de un grupo de apoyo llamado “Beauty Within Brittney” para ayudar a otros a enfocarse en su belleza interior.
Cuando me vi en el espejo en el hospital concluí que estaba cansada de ser insegura y que había llegado el momento de demostrarle a todos la belleza que había en mi interior.
“Soy hermosa sin importar mi peso, mi apariencia o mis cicatrices. Todos deberían aprender a ver la belleza que hay dentro de ellos mismos”, dijo ella.
Su testimonio ha servido de inspiración para miles de personas, es admirable cómo asumió la dura prueba que le tocó vivir. Compártelo.