Durante el embarazo de la duquesa de Sussex se dijo que había soñado dar a luz a su hijo en su casa, de manera natural y con la presencia de su esposo. Pero no pudo romper los parámetros de la realeza británica, el pequeño nació en la sala de parto del Hospital de Portland, a más de 43 kilómetros de distancia del castillo de Windsor, en el centro de Londres.
El centro de salud estadounidense ha sido el lugar predilecto de muchas celebridades para dar a luz, así como de la comunidad de clase alta del país americano que vive en Londres.
Meghan, de 37 años, quería dar a luz en su hogar rodeada de su familia en un ambiente muy íntimo, pero a último momento la prioridad fue velar por el bienestar del niño.
Así que tomaron la decisión de que el parto fuera en el hospital para contar con la asistencia y equipos médicos necesarios ante cualquier eventualidad o complicación.
No hubo ninguna carrera en auto para trasladar a Meghan de forma improvisada, semanas antes, la realeza había conversado con los administradores y personal del centro de salud.
El príncipe Harry, Meghan y Doria Ragland, madre de la duquesa de Sussex, prepararon los artículos de higiene y la ropa del bebé con días de antelación. El bebé tenía 41 semanas de gestación, así que podrían inducir el parto según el consejo de los médicos. Cuando salieron al hospital el domingo en la tarde solo le informaron a un pequeño grupo de la familia real británica.
El príncipe Harry, Meghan y su madre viajaban en uno de los vehículos, y en otro los guardaespaldas de la policía que los seguían durante el viaje a Londres.
La pareja quería mantener su privacidad, así que viajaron sin llamar la atención. Entraron al hospital a través de túnel subterráneo que tiene el centro de salud, pensado especialmente para que las celebridades puedan acceder y salir sin ser vistos.
Finalmente, el lunes a las 5:26 de la mañana Meghan dio a luz, ella y su bebé estaban en perfecto estado de salud.
Horas después el príncipe Harry ofreció declaraciones desde los establos del Castillo de Windsor, y el palacio real emitió un comunicado oficial diciendo que Meghan estaba en trabajo de parto cuando realmente había dado a luz ocho horas antes.
Se presume que el rumor sobre el nacimiento en casa era una cortina de humo para prevenir que los medios de comunicación acecharan los posibles hospitales en los que podría dar a luz la duquesa de Sussex.
Meghan y Harry rompieron una vez los esquemas tradicionales de la realeza al escoger un hospital en Londres en lugar de uno cercano a su residencia en Windsor.
En el exclusivo centro de salud sirven comidas en bandejas de playa, cuentan con suites VIP, bolsas de regalo y muchas comodidades. A pesar de que su fachada en parecida a la de cualquier institución de salud, detrás de esa simpleza se esconden muchos lujos.
Exquisitas comidas, atención personalizada, yoga, fotógrafos privados y el servicio de hacer esculturas de plata o bronce de las manos o pies del bebé recién nacido.
Anualmente, 1.600 mujeres dan a luz en este hospital, un parto cuesta desde 10.473 euros, un precio que asciende considerablemente en caso de elegir los equipos de médicos y una estadía prolongada.
Entre las famosas que han dado a luz en ese centro hospitalario está Victoria Beckham, Jerry Hall y Tana Ramsay. El hospital tiene 36 habitaciones privadas, y ha estado involucrado en casos aislados de negligencia denunciados públicamente.
Pero a pesar de eso las futuras madres optan por este hospital porque ofrece lujo, confort, privacidad, fotografías de cortesía, fisioterapia postnatal, entre otras cosas.
Hace tres años la cadena BBC2 realizó un documental “Five Star Babies: Inside the Portland Hospital, en el que reveló cómo era el interior del centro hospitalario, y que el precio de una habitación va desde 1.454 euros hasta 2.617 euros.
En el documental televisivo mostraron a una princesa saudita que dio a luz en el lugar, y al diseñador de interiores que preparó las habitaciones y suites de lujo para ella, su bebé, sus familiares y amigos. Todos los servicios que usó tuvieron un costo de 290.800 euros. En la cena se puede incluir langosta o caviar.
Janene Madden, directora general del hospital de Portland, comentó: “Es como tener unas vacaciones, después de dos o tres días te irás en forma y bien”, relató.
Relató que las celebridades están acostumbradas a comodidades que pueden parecer extrañas.
“Te pedirán cosas que sabes que pueden hacer por sí mismas: sus gafas estarán junto a ella y te pedirá que se las entregues, pero ese es su estilo de vida, solo tienes que hacerlo”.
Aunque Meghan y Harry no permanecieron durante mucho tiempo en el hospital, les ofrecieron una bolsa de regalos de lujo con artículos de tocador de prestigiosas marcas. Además, una botella de champán y un oso panda de peluche.
En las redes, muchas mujeres que han dado a luz en el prestigioso hospital celebraron que Meghan sea parte del “Club Portland”. ¡Compártelo!