El pasado 21 de abril Anders Holch Povlsen, de 46 años, y su esposa Anne se enfrentaron a la dolorosa pérdida de tres de sus cuatro hijos tras la cadena de ataques en Sri Lanka que dejó el lamentable saldo de 300 personas fallecidos.
El empresario danés, reconocido como el hombre más rico de Dinamarca, con una fortuna de 7 mil millones de euros, es accionista de la marca ASOS, a pesar de ser un magnate ha procurado mantenerse siempre de bajo perfil, protegiendo la identidad de su familia.
Pero después de que saliera a la luz la trágica noticia de la pérdida de sus hijos con edades comprendidas entre los 5 y 15 años se han hecho públicos detalles de su vida familiar, así como de su trayectoria profesional.
Anders Holch Povlsen dueño del grupo Betseller que dirige las marcas Vero Moda, Only o Jack & Jones, Zalando y ASOS, se convirtió en protagonista de portadas en medios de comunicación de todo el mundo.
Millones de personas se conmovieron con las imágenes del último adiós de los tres pequeños fallecidos en la catedral de Aarhus. Anders, Anne y su hija Astrid, de 12 años, única sobreviviente, les rindieron homenaje con coloridas flores, globos de colores y emotivas canciones.
Los acompañaron centenares de personas, incluyendo a los príncipes herederos de Dinamarca y sus cuatro hijos, con quienes mantienen una entrañable amistad.
“La pérdida de nuestros amados hijos Alma, Agnes y Alfred son completamente incomprensibles. Con tantas personas encantadoras que tenemos a nuestro alrededor, amigos cercanos, colegas talentosos y nuestra amorosa familia nos uniremos a través de esto. Apreciamos enormemente la humanidad”, decía un comunicado escrito por la familia que fue leído en el funeral.
La familia Holch Povlsen vive en Aarhus, los cuatro niños asistían a un colegio público con el lema de compañerismo, profesionalidad y diversidad. En el centro educativo han pedido el apoyo de psicólogos y terapeutas para ayudar a todos los alumnos a superar el trauma que les produjo la trágica pérdida.
En medio del dolor, intentan volver a la normalidad reanudando sus actividades diarias.
Detrás de la necesidad de Anders de mantenerse en el anonimato hay un temor que lo ha acompañado durante años producto de una extorsión que sufrió su abuelo durante casi tres años.
En una oportunidad, un desconocido irrumpió en una de sus propiedades y afortunadamente fue detenido por agentes de la policía. Y en el año 2003, un ciudadano danés fue secuestrado en la India porque presuntamente lo confundieron con Anders.
Según el autor de un libro que habla sobre las dinastías industriales de Dinamarca, Soren Jakobsen, este hecho provocó que Anders adoptara medidas de seguridad tan o más rigurosas que las de la familia real.
Mientras los medios de comunicación intentan obtener declaraciones de Anders él mantiene su postura evasiva. Solo se ha limitado a emitir un conciso comunicado en el que pide respeto a su intimidad y la de su familia y que les dejen superar unidos el suceso incomprensible.
Millones de personas continúan ofreciendo su apoyo y oraciones a esta familia y a todas las víctimas de los trágicos sucesos ocurridos en Sri Lanka el pasado domingo de pascua. Comparte una muestra de solidaridad.