Shantell Pooser, una joven de 17 años de edad y con Síndrome de Down, a pesar de su delicada salud tenía un solo sueño en la vida: ser azafata.
Pero su madre, Deanna Miller-Berry, era consciente de que aunque por más que fuera algo que lo deseba con todas sus fuerzas, difícilmente podía hacerse realidad debido a su condición.
Shannie, como la llama su familia, vive en Denmark, Carolina del Sur.
Shannie nació con un defecto cardíaco y una serie de problemas para respirar correctamente, por lo que durante años ha tenido que viajar hasta el Hospital de niños de Cincinnati, en Ohio, para tratamientos y varias cirugías. Laringomalacia, traqueomalacia y malacia traqueobronquial son algunas de las enfermedades que padece Shannie y que perjudican el 87% de sus vías respiratorias.
Su madre relata que es una joven que sabe muy bien lo que es no darse por vencida y luchar contra la adversidad.
A Shannie le toma 3 horas de vuelo, u 8 horas en auto cada vez que tiene que ir al hospital
“Siempre tomamos vuelos, y por eso creo que ella se enamoró de los aviones y de esa sensación de estar por los aires. Ya ha estado en más de 57 vuelos”, dice su su madre.
Fue por eso que al haberse subido tantas veces en un avión terminó haciéndose muy amiga de las azafatas y los pilotos. Mientras que le insistía a su madre en su sueño: «Mamá, quiero ser azafata».
Ante la insistencia de su hija, Deanna envió un mail a un amigo que trabaja como asistente de vuelo en American Airlines, preguntando si Shannie podría tener al menos una tarjeta de cumpleaños de parte de la aerolínea.
Pero lo que jamás imaginó fue que le llamaría el piloto en persona para ofrecerle celebrar su fiesta de cumpleñaos nada menos que en un Boeing, propiedad de American Airlines.
Sin embargo, la sorpresa apenas comenzaba…
Shannie además recibió un uniforme oficial y una insignia para que pudiera vestirse como azafata cada vez que se subiese a un avión de la aerolínea.
A pesar de que no puede realizar trayectos largos debido a sus enfermedades respiratorias, la aerolínea decidió hacerla parte del personal del vuelo de Carolina a Cincinnati.
Shanine jamás imaginó que su sueño realmente se haría realidad.
La joven además ayuda a las azafatas antes de cada vuelo con las instrucciones de seguridad. Hasta ahora, ha trabajado en uniforme completo unas cuatro veces desde su vuelo de cumpleaños.
La aerolínea se asegura que Shannie tenga la mejor de las bienvenidas cada vez que se sube a un avión.
Sus compañeros de vuelo le hacen saber que es tan imprescindible como cualquier otro.
Por su parte, la organización sin fines de lucro Saving Shannie Foundation asegura que Shannnie actualmente lucha contra diversos males que afectan su salud y que ponen en peligro su vida. Sin embargo, con su historia desean inspirar a muchos jóvenes que, al igual que ella, quieren cumplir sus sueños a pesar de sus impedimentos.
Puedes ver más fotos de Shannie en su labor como azafata en su cuenta de Instagram.
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