La educación debería ser una de las profesiones mejor remuneradas en todos los países del mundo. Aunque, con tristeza se sabe que en muchos lugares esta es una de las profesiones peor pagadas, así que la educación se ha convertido en un gesto de amor.
Esto lo sabe muy bien una maestra de segundo grado de Arizona, quien logró captar la atención de toda la nación al revelar su ingreso anual.
Elisabeth Milich es madre de 3 niños y además se encarga de educar a los pequeños de muchos.
Un acto que hace por pasión a su profesión, pues en más de una ocasión ha tenido que sacar de su propio bolsillo para comprar útiles escolares para sus alumnos.
Este gesto lo hace de corazón pues su ingreso anual escasamente alcanza los $ 35,621.25. Por este motivo, la maestra compartió por Facebook su sueldo y la noticia apareció en los medios locales.
De forma especial captó la atención del público, tras las protestas de profesores denominada #RedforEd en la que se exigía un aumento salarial del 20% y una mejor financiación de la educación.
La institución en la que trabaja Elisabeth es de Título 1, esto significa que el plantel tiene estudiantes de pocos recursos y recibe fondos federales para ayudar a alcanzar los objetivos educativos.
Ante la realidad que viven sus pequeños estudiantes, para Elisabeth no es sencillo ver sus necesidades y no poder ayudarlos.
«Es difícil tomar la decisión de gastar dinero en su hogar, sus propios hijos o gastar dinero en sus niños de la escuela que necesitan desesperadamente la ayuda», dijo Milich.
A pesar de que su bajo ingreso, Elisabeth no puede evitar cubrir por su cuenta la carencia de materiales escolares en el aula. Incluso, esta mujer ha llegado a cubrir la alimentación de sus estudiantes.
«Me siento afortunada de no ser una madre soltera. Tengo los ingresos de mi esposo donde puedo comprar comida para niños que no almuerzan en excursiones pero en cuanto a cosas divertidas, no puedo comprar un conjunto de 20 pinturas», dijo Elisabeth.
Pero algo grandioso ha sucedido, tras darse a conocer la historia de esta mujer un desconocido decidió ayudarla.
Un ciudadano de Nueva York llamado Ben Adam se topó con la noticia en Facebook y decidió ponerse en comunicación con Elisabeth.
Este hombre se ofreció a colaborarle con algunos materiales escolares para los pequeños de su salón. De este modo, la mujer podría hacer uso de su salario sin tener que cubrir por su cuenta la falta de material en sus clases.
«Pensé: ‘Esto es una locura. Esto es un extraño de Nueva York’. Cuando empezaron las clases, comencé a recibir paquetes de Amazon. Pensé que era algo que sucedería una vez», recordó Milich.
Pero este generoso hombre se tomó el caso de Milich muy en serio y no sólo decidió ayudarla a ella, sino que envió donativos a cinco salones más de la misma institución.
Adam es propietario de una agencia de bienes raíces y padre de tres niños, así que sintió una gran pena por la situación de los educadores.
«Soy sensible a la gente que se queda con el palo corto y sin quejarse. Los maestros trabajan muy duro y no reciben mucho a cambio», dijo Adam.
El mes pasado, Adam lanzó Classroomgiving, una plataforma web para ayudar a los maestros.
En la página se publican las listas de deseos de los educadores y las personas sólo deben ingresar y seleccionar los productos que desean donar. De inmediato son redireccionados a los vendedores del artículo en Amazon para realizar la compra y que el docente reciba el material.
Esta iniciativa tiene cautivada a Milich quien desearía conocer a Adam para agradecerle personalmente lo que ha hecho por la educación.
La web Classroomgiving sólo funciona de enlace así que cualquiera puede ayudar a cumplir la lista de deseos de estos maestros.
Adam espera que la plataforma se extienda a nivel nacional pues educadores de Colorado, Washington, Alaska y California también se lo han solicitado. Este hombre no sólo llenó el aula de Milinich con útiles, sino que tuvo una idea de mayor alcance que ayudará a muchos niños más.
Antes de irte comparte esta nota y haz posible que esta idea se multiplique y que las personas también comiencen a donar y aportar a la educación de los niños menos afortunados.