La ruptura de un matrimonio no debería afectar el vínculo de un padre con sus hijos. Al menos esto sería lo más sano, como adulto intentar que la ruptura no pese tanto en la vida de los menores. Sin embargo, no siempre ocurre de este modo.
Tristemente hay padres que deciden influenciar negativamente al niño contra su papá o mamá, o deciden alejarlos de la otra persona sin pensar en lo que pueda sentir la indefensa criatura. Pero el caso de un hombre de Brasil ha dejado a todos con el corazón roto.
Allan Vieira Okuma, de 35 años, denuncia que su ex abandonó a su hija de 12 años en un orfanato en Japón para separarlo de él y ahora está intentando recuperarla.
El Sr. Okuma vive actualmente en Praia Grande, en el litoral de São Paulo, pero por más de 14 años vivió en el mencionado país asiático. Allí conoció a una local en el 2004 con la cual formalizó una relación. Al cabo de cuatro años, Okuma decidió contraer matrimonio con la mujer y producto de esa relación nació una niña.
Sin embargo, su historia de amor parece haber terminado y el hombre decidió divorciarse en el 2017.
Después de esto, la mujer decidió retirar el apellido paterno a la pequeña aun cuando el hombre cumplía con su manutención y tenía derecho a visitarla.
Allan le rogó a la mujer para regresarle su apellido a la niña, pero su ella no accedió.
«Me siento frustrado, impotente, mi hija necesita de mí y ni siquiera sabe que la quiero, no tengo idea de lo que la madre le dijo. No puedo dormir, tengo días sin concentrarme en el trabajo, sólo lloro recordándola. Estoy muy desesperado», dijo Allan Vieira Okuma.
En el 2014, este morador decidió regresar a su país de origen del cual se había marchado con su padre cuando era un adolescente de 12 años.
Allan volvió a Brasil y mantuvo el contacto con su hija, el hombre insistía a la mujer para que dejara que la niña viajara a verlo pero ella nunca accedió.
En el 2017, el hombre regreso a Japón con una visa de turista que le daba permiso de permanecer sólo tres meses en el país. Durante este tiempo, el Sr. Okuma pudo compartir nuevamente con su pequeña pero el encanto se terminó rápidamente, los meses pasaron y volvió a su país.
Trastocado por la ausencia de su hija, Allan insistió a la madre para que le diera la custodia de la menor, a lo cual se negó.
Sin embargo, unos meses después su ex lo llamó diciendo que accedería y el hombre inició el trámite para pedir a la niña pero esto se había complicado porque la pequeña no llevaba ya su apellido.
«Pasado un tiempo, ella [la ex esposa] llamó preguntando si yo todavía quería quedarme con ella, le dije que sí, le pregunté qué pasó, y ella no quiso decirme», relata Allan.
El hombre afirma haber iniciado el proceso para reclamar a la niña pero debió parar porque no pudo cubrir los gastos de los abogados. Este hecho enfureció a la mujer, quien, tras no querer en principio entregar a la menor al padre, parece haber estado urgida con el plan de enviar a la niña a Brasil.
«La madre de ella vio que estaba demorando y empezó a hacer amenazas. Dijo que si yo no iba a buscarla ella iba a poner a mi hija en adopción, pero yo creía que eso era mentira, creía que era para apresurarme. Ella vio que no estaba funcionando, y yo no sé qué fue lo que sucedió que ella puso a mi hija en el orfanato «, se lamenta Allan.
Desde ese momento perdió todo contacto con su ex y su hija. La mujer sólo le respondía de forma esporádica algunos mensajes a través de Facebook.
A pesar de todo, Allan no desistió y el año pasado localizó el número telefónico de su ex suegra y mediante ella se enteró de lo peor: su hija fue entregada a un orfanato.
Este hecho rompió en absoluto el corazón de este padre, quien desconoce el paradero de su hija. Allan decidió pedir ayuda a la embajada de Brasil en Tokio para localizar a su pequeña, pero el proceso no es nada sencillo.
En Japón las madres pueden entregar a sus hijos a un orfanato en caso de una ausencia temporal o darlos definitivamente al estado, alegando que no pueden mantenerlos.
En el segundo de los casos, la batalla legal no es contra la madre sino contra el estado japonés, lo cual complicaría más el asunto.
El panorama de esta familia es realmente oscuro. Hasta el momento, Allan sólo podría alegar que la pequeña está en mal estado como para poder reclamarla pero para ello primero necesita localizarla.
El Sr. Okuma ha iniciado una campaña pro fondos para recaudar dinero y viajar a Japón como turista para poder buscar a su pequeña por su cuenta. Él espera encontrar alguna información con la familia de su ex esposa, quienes aseguran no saber nada. Su historia es realmente devastadora, más porque la niña no sabe en absoluto que fuera den orfanato hay alguien luchando por recuperarla.
Por favor comparte esta noticia y ayuda a denunciar esta injusticia. Hagamos posible que el caso llegue a las personas indicadas y alguna autoridad pueda ayudar a que Allan y su hija se reencuentren.