En el mundo hay historias que dejan al descubierto todo lo que una madre es capaz de hacer por un hijo. De este modo lo demostró una joven de 19 años, quien fue capaz de luchar con un tumor cerebral para dar la vida a su pequeña hija. Sin embargo, el pasado mes de abril esta historia de lucha ha tenido un triste desenlace.
Dana Scatton tenía sólo 17 años cuando fue diagnosticada con un raro tipo de cáncer. A la joven se le diagnosticó un tumor cerebral maligno, conocido como DIPG.
Esto ocurrió exactamente en el diciembre de 2017 pero había algo más creciendo dentro de su cuerpo, la joven Dana estaba embarazada.
Para Dana no fue una noticia fácil de digerir, le descubrieron el tumor cuando tenía 29 semanas de gestación. Como si esto fuese poco, debido a lo adelantado del tumor, los médicos sólo le daban tres meses de vida.
Pero el coraje y valor de la futura madre no tuvo límites y Dana luchó por salvar a su bebé contra todo pronóstico.
Scatton fue diagnosticada después de un chequeo médico. La mujer sufría de fuertes dolores de cabeza que atribuyó a su embarazo. Sin embargo, decidió consultar con un especialista en el momento en empezó a notar algunas señales un poco raras.
“Estaba muy cansada pero las cosas empeoraron. Se me olvidaba tragar, mi forma de hablar era rara y mis piernas dejaron de responder correctamente. Cuando quería caminar, las piernas se arrastraban, y fue cuando realmente me preocupé”, dijo Dana en una ocasión.
Exactamente el 7 de diciembre de 2017, cuando tenía 7 meses de embarazo, Dana fue informada de su raro tumor.
El DIPG o diffuse intrinsic pontine glioma es la forma de cáncer cerebral más mortal.
Pero Dana quería vivir, por ella y por el bebé que traía en su vientre. La joven comenzó su tratamiento, ante la esperanza médica de que la radiación no afectaría a su bebé. A pesar de que le plantearon interrumpir el embarazo para preservar la vida de su hija, ella decidió seguir adelante dispuesta a enfrentar las consecuencias.
Afortunadamente, ocurrió de este modo y la pequeña hija de Dana, Aries Marie, nació sana tras una cesárea programada antes de cumplir las cuarenta semanas de gestación.
A pesar de ser prematura, la bebé nació sana y pesó poco más de 2 kilogramos. Saber la condición de su niña fue un gran alivio para la mujer.
Tras darse a conocer la noticia, el mundo se conmocionó al saber la historia de esta guerrera que fue capaz de soportar los intensos dolores, la pérdida de memoria a corto plazo, cinco sesiones de quimioterapia, sufrir problemas de visión e, incluso, a prender a caminar nuevamente.
La historia se hizo viral y la familia de Dana decidió crear una cuenta en Facebook dedicada a orar por la salud y recuperación de la chica.
En Pray For Dana se publicaban actualizaciones sobre el estado de la mujer y las condiciones de la bebé Aries Marie.
Pero el 21 de abril una publicación nos entristeció a todos por la trágica noticia:
“Esta mañana poco antes de las 4:00 am. Dana se marchó para encontrarse con Dios”, se leía en la página de Facebook.
Dana dejó a una niña pequeña pero también un gran aprendizaje para todos, en unas líneas de su autoría que su familia lo comentó en otra publicación.
“Cuando te llega la muerte tan de cerca… es tan real. Y entonces te muestra lo que es verdad. Este mundo no importa, es temporal, ¿sabes? Cuando me enteré de mi enfermedad, inmediatamente lo dejé ir. Es como, si ya no me importara.
Tenemos que mirar hacia la vida eterna. Todos pensamos que tenemos mucho tiempo… sinceramente. Me siento agradecida por disponer de este tiempo para despertar y darme cuenta de lo que es real.
Y aunque otros no lo han visto todavía…yo quiero que despierten. Me siento bendecida por tener este tiempo para hacer las cosas correctamente –otros no disponen de este tiempo– la muerte aparece en un abrir y cerrar de ojos, sólo preocúpate por amar”.
El nombre de Dana Scatton siempre nos recordará el amor y la valentía de una madre, pero también lo fugaz que resulta nuestra estadía en este mundo. Su ejemplo de lucha y resignación, capaz de asumir como una guerrera la más dura de las batallas, ha de impulsar a cada persona que conozca su historia y motivarla a dar lo mejor de sí en esta vida.
La familia de Dana está agradecida por el acompañamiento y las oraciones de todos durante los 16 meses de lucha de la joven y desean que su historia logre inspirar a otras personas. Por favor no te vayas sin compartir y hacer este deseo posible.