Anna Sarol es una joven que sufrió un accidente que cambió su vida para siempre. Siempre había tenido un talento muy especial para la gimnasia pero un día, una sesión de entrenamiento no salió como lo había esperado. Se encontraba realizando algunos ejercicios en las barras cuando tuvo una repentina y dolorosa caída.
Anna acaba de cumplir 18 años de edad.
La llevaron de inmediato a emergencias. Su condición era muy delicada así que los médicos decidieron que lo mejor sería que recibiera cirugía lo más pronto posible para poder salvar su vida. Al día siguiente, Anna que había quedado completamente paralizada de la cadera para abajo.
“La única vez que vi a Anna llorar fue después del accidente”.
Fueron semanas muy difíciles y Anna se negaba a aceptar el drástico cambio que daría su vida a raíz de un inesperado accidente. Sin embargo, con el paso de los meses decidió que enfrentaría los siguientes años con la mejor actitud posible.
Se dedicaría de lleno a sus estudios y trataría de recuperarse y dar sus primeros pasos el día de su graduación. Para sorpresa de muchos, esto fue exactamente lo que hizo.
Anna vive con su familia en la ciudad de Kansas en los Estados Unidos.
El 19 de mayo tuvo lugar la ceremonia de Graduación para los chicos de la Secundaria Olathe Northwest. Habían pasado 4 años desde el la caída de Anna, pero ella no paró de trabajar arduamente en todas sus terapias. Con ayuda de una caminadora y aparatos ortopédicos, Anna se aferró a los brazos de sus hermanos para poder caminar en el escenario y recibir su título.
“Estaba muy nerviosa porque sabía que todos los ojos estaban sobre mí”.
Sus compañeros de clase, que no la habían visto caminar desde hace tanto tiempo, no cabían en sí de alegría y todos se levantaron para apoyarla. Para Louicee Sarol, la madre de Anna, el momento fue doblemente abrumador al ver todo el apoyo que su pequeña recibía.
“Le dije a mi familia que nos levantaríamos. No me molestaba si las personas de atrás no podían ver. Después me di cuenta de que todos estábamos realizando una gran ovación de pie. Todo el estadio se levantó por Anna”.
Ahora, Anna se encuentra ansiosa por empezar una nueva aventura. Espera convertirse en oradora motivacional y quiere trabajar para poder comprarse una prótesis de exoesqueleto que la ayuda a volver a caminar.
“Decidí tener una actitud positiva. Pudo haber sido mucho peor’”.
Después de tantos años, esos pequeños pasos de Anna en el escenario demuestran el enorme recorrido que ha hecho tras pensar que jamás volvería a caminar.
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