Hay quienes parecen no sentirse muy a gusto con su cuerpo, lo cual resulta totalmente comprensible. Sin embargo, algunos cambios pueden ser realmente dramáticos y el de Tom Peters no deja de ser uno de ellos.
Este técnico de iluminación, de 32 años, vive en Tring, Hertfordshire-Inglaterra, y desde hace un par de años dejó su acelerada vida humana para tomar la apacible vida de un canino.
Al principio, esto le resultaba una especie de fetiche que compartía con sus parejas pero ahora es parte de su normalidad.
Tom disfrutaba de este juego de rol con Rachel, quien le pidió el divorcio cuando el hombre se convirtió en dálmata. Pero, su “preferencia animal” venía de mucho más atrás. Tom recuerda haber participado en el mismo juego de roles con sus antiguas parejas, aunque no imaginó que podría llevar su gusto a estos límites.
“Estoy orgullosa de él por ser fiel a sí mismo. Lo extraño, por eso estamos más cerca que nunca”, contó Rachel, su ex.
El Sr. Peters confiesa que su transformación ha sido más acelerada desde su divorcio. En un inicio sólo utilizaba un collar de perro pero llegó un punto en el que sintió que su verdadero espíritu era el de un cachorro dálmata. Fue en ese momento que confeccionó su propio traje de látex.
“El primer accesorio que tuve, cuando descubrí la vida del cachorro, fue un collar naranja y una correa. A lo largo de los años he recopilado muchos trajes y accesorios para perfeccionar mi apariencia dálmata”, dijo el hombre transespecie.
Cuando está en su rol canino, Peter se convierte en Spot y hace todas las actividades que realiza cualquier perro: juega a la pelota, se tiende en el suelo a tomar el sol, come en un tazón, ladra y hasta duerme en una cama para cachorros.
“Con el tiempo, mi estilo de vida y mi persona se han convertido en el cachorro juguetón que ves ahora. Vivir la vida de un cachorro te permite disfrutar de cosas simples en la vida”, ha confesado Tom.
A este hombre siempre le habían gustado los animales, aunque no recuerda haber tenido un perro durante su infancia y asegura que su transformación está motivada por un impulso interno.
Sólo en accesorios, el Sr. Peters ha gastado más de 5.000 dólares, y lo que más suele comprar es talco para empolvar su piel de látex.
Recientemente, Tom fue coronado Mr. Puppy UK por sus esfuerzos caninos e invita a más personas a explorar la tranquilidad de la vida animal.
“Vivir como un cachorro te permite disfrutar de cosas simples en la vida. Desde masticar juguetes hasta ser elogiado como un ‘buen chico’, es una oportunidad para escapar de su agitada vida normal y divertirse en un ambiente relajado”, dice el dálmata humano de 32 años.
Pero Tom no siempre es Spot, este hombre se cuelga su piel animal sólo dos o tres días a la semana. Su argumento es que lo ayuda a mantener su mente más clara y tranquila cuando vuelve al caos de la vida normal.
Por esa razón, anima a las demás personas a abandonar su humanidad. Habrá que esperar cuántos más se suman a la vida transespecie, aunque sabemos que Tom no es el único que está probando esta transformación.
Comparte esta historia y déjanos saber tu opinión sobre este curioso caso. Pareciera que en la posmodernidad que vivimos hay espacio para todos los modos de vida pero ¿es realmente posible vivir así?