Se supone que la contratación de un servicio es un acuerdo que debe cumplirse entre las partes involucradas, salvo algún impedimento que, dentro el marco del respeto debe ser previamente notificado. Pero lamentablemente no siempre sucede así.
Tal como le pasó a Emily Tsui, una estudiante de 25 años quien contrató a la empresa Keen and Able para retirar un colchón en su apartamento, en Cricklewood, Londres y tras sentirse intimidada por el rudo conductor y su mal servicio no tuvo otra opción que denunciarlo.
El servicio estaba acordado entre a 1:00 pm y las 3:00 pm, sin embargo, Emily estuvo esperando hasta las 4:00 pm. Cansada de tanta espera y sin tener noticia alguna sobre el conductor decidió salir con sus amigos.
Finalmente, recibió un mensaje de texto a las 4:40 pm del chófer diciendo que estaba en su apartamento, pero como no tenía respuesta el servicio se había cancelado.
“Lo esperé toda la tarde. Le hubiese agradecido que me informara que iba a llegar tarde. La confianza es muy importante para mí. No sé cómo alguien puede fallar en un trabajo tan simple”.
El conductor respondió un poco subido de tono.
«Supongo que por vivir en Londres no puede permitirse un automóvil, por eso no entiende lo que es conducir. Tampoco ha atendido a ninguna de mis llamadas en todo el día y así que será reprogramado su servicio».
Emily le dijo que su tono era inaceptable porque era un poco abusivo y lo previno sobre la queja formal que presentaría por su mal servicio. Le recordó que discutir con los clientes y hacer comentarios sobre su condición financiera tampoco era aceptable.
Esto parece que enardeció al conductor quien siguió enviando mensajes amenazantes.
“Debes tener sobre a quien amenazas pequeña dama. He visto el pequeño agujero en el que vives, así que no me hables sobre situaciones financieras. Que patético. Me encantaría volver mañana por sí quieres discutir esto cara a cara».
Emily se sintió horrorizada ante el contratista Keen and Able que se burló de su apartamento, la llamó patética y sugirió que viviera una vida muy solitaria.
La estudiante de enfermería admitió que no está contenta con su situación financiera actual, pero tampoco puede aceptar la osadía del chófer.
“Debes vivir una vida muy solitaria si tratas a todos de esa manera. No fui abusivo. Te dije las cosas como son. Si nos hubiéramos visto en persona habrías hablado conmigo de manera muy distinta, como lo hacen la mayoría de los cobardes. Creo que alguien necesita enseñarte una lección sobre cómo tratar a las personas, señorita”.
Inicialmente ella estaba muy enojada porque no cumplieron el horario. Pero después su enojo fue mayor. También se molestó porque la llamó señorita y eso para ella es sexista.
Un portavoz de la empresa Keen and Able dijo que estaba realmente desconcertado por el comportamiento deshonesto e irrespetuoso del conductor desconocido.
«El conductor trabajaba para un subcontratista y se le ha prohibido trabajar en nuestro nombre, y entendemos que ha sido despedido.
Hacemos aproximadamente 100.000 envíos y recolecciones de camas por año y jamás hemos tenido un incidente así, y todos estamos avergonzados y molestos por lo que sucedió”.
También afirmó que han estado en contacto con Emily sobre el incidente para mitigar un poco el malestar.
«Nunca he experimentado algo así. Ellos no hicieron su trabajo correctamente. El nivel de servicio fue un caos. Ellos sabían que yo era una mujer y se aprovecharon de mí. Me sentí muy intimidada”.
Finalmente, Keen and Able retiró el nuevo colchón de Emily cuatro días después del incidente.
Ojalá esta historia no se vuelva a repetir. No dejes de compartirla, esperamos que la denuncia de Emily sea un precedente para el comportamiento de este conductor.