Joseph Cullen, de 29 años, permaneció en estado de coma inducido después de que los médicos acordaran que era el método más efectivo para tratar la encefalitis autoinmune con la que fue diagnosticado.
Su sistema inmunológico atacó su cerebro y debían estabilizar su estado de salud, su esposa Billie Smith, no se separó ni un segundo de su lado mientras estaba ingresado en el hospital Royal Derby.
Ella se sentaba a su lado en la cama, estaba esperando a un bebé, pero no había tenido la oportunidad de decírselo a Joseph, así que tenía la ilusión de que despertara para conocer la noticia y recibir a su hijo.
Finalmente, cuando Billie cumplió cuatro meses de embarazo Joseph reaccionó. “Haces bien en despertarte porque estoy embarazada”, le dijo ella.
Joseph tiene un hijo de seis años llamado Ryley de una relación anterior y a Poppy, de seis meses de nacida.
“Estaba aturdido. Ya estaba incrédulo por mi condición y la posición en la que me encontraba. Fue la mejor noticia que pude recibir. Es como si fuera un bebé milagroso porque podría haberse quedado sin un padre”, dijo Joseph.
El padre aseguró que su bebé es lo único bueno que le ha dejado esta amarga experiencia que vivió. “Ella me da la fuera para mejorar”, relató.
Billie dijo: “Su reacción fue asombrosa cuando le dije que iba a ser padre otra vez”, a pesar de que Joseph solo pudo inicialmente mover los labios para expresar la emoción que sentía.
Joseph pensó que iba a perder la vida, pero venció todos los pronósticos y cuando supo que su bebé estaba en camino recuperó la esperanza.
Durante el embarazo, el personal del hospital organizó todo para colocar un equipo de escaneo para bebés junto a su cama para que él pudiera estar presente en la ecografía que realizaron a las 20 semanas.
En agosto del año pasado, trasladaron a Joseph al hospital de Sheffield así que lamentablemente no pudo estar en el momento del parto junto a Billie.
Ella lamentó mucho que no pudiera acompañarla y tomar su mano, pero le alegraba saber que había vencido lo peor y había logrado sobrevivir.
“La primera vez que conoció a Poppy fue muy emotivo. Lloró, estaba lleno de alegría”, dijo Billie.
En marzo del 2018 Joe, se derrumbó en el baño después de sufrir síntomas similares a los de una gripe, tenía cansancio, fatiga, migrañas. Su condición se deterioró mucho en dos días.
Sus piernas estaban paralizadas y su cerebro se inflamó mientras los médicos le hacían exámenes y análisis de sangre para determinar qué le ocurría. Descartaron meningitis, enviaron líquido espinal a Suecia y América y finalmente le diagnosticaron la encefalitis autoinmune.
Cuando le indujeron el coma los médicos le advirtieron a la familia que nunca se despertaría. Billie estaba muy preocupada, no podía hacerse la idea de ver crecer a sus hijos sin su padre.
Actualmente Joseph se está recuperando, no puede mover las piernas, después de las sesiones de rehabilitación logra sostener los brazos por encima de su cabeza.
El 23 de diciembre Joseph sostuvo a su hija por primera vez en sus brazos, compartieron en familia un momento muy emotivo.
Esperan que Joseph logre volver a caminar de nuevo. En los próximos meses recibirá el alta médica y podrá continuar su recuperación en casa junto a su familia. Comparte su inspiradora historia.