Un reciente e insólito caso ha salido a la luz después de que una traumatizada madre interpusiera una demanda a la clínica de fertilidad CHA Fertility, en Los Ángeles (Estados Unidos), tras revelarse el grave error que cometieron con sus bebés.
La pareja ha preferido mantenerse en el anonimato debido a la gran humillación que han tenido que atravesar después de que se vieran obligados a devolver a sus gemelos que fueron concebidos por fecundación in vitro, tras el alarmante resultado de una prueba de ADN.
La pareja reside en Nueva York y es de ascendencia asiática.
Cuando la mujer dio a luz y vio que sus bebés (dos varones), no tenían sus rasgos, supo de inmediato que no eran en absoluto suyos.
Algo definitivamente no cuadraba y fue que cuando les informaron que los embriones estaban listos para ser implantados, les hablaron de 2 embriones femeninos. Pero unos meses después, un escáner reveló que en realidad se trataba de dos varones. La explicación que le dieron en ese momento fue que los «escáneres no siempre son precisos».
La pareja asegura que la clínica sabía de su grave error, pero que les ocultaron la información para librarse de responsabilidades.
Poco tardaron en darse cuenta que en realidad le habían implantado a la mujer embriones que no le pertenecían.
Aunque su sueño por convertirse en padres era enorme, no tuvieron otra opción que devolver a los bebés.
CHA Fertility es una clínica especializada en tratamientos de fertilidad, con sede en diversos países y de mucho renombre. En su página web hacen alarde de ser la «meca de la medicina reproductiva», y fueron los pioneros en congelación de embriones en Estados Unidos, en el año 2002.
La pareja había gastado más de 100,000 dólares en tratamientos de fertilización in vitro, y habían intentado embarazarse desde que se casaron en el año 2012. Después de varios intentos por la vía natural y varias inseminaciones artificiales sin éxito, optaron por los tratamientos FIV desde 2017.
Tras el primer fracaso en la FIV, en su segundo intento finalmente les dijeron que lo habían conseguido.
Tras 9 meses de la dulce espera, la mujer dio a luz a sus gemelos en marzo, pero la prueba de ADN reveló que no eran genéticamente suyos y tras devolverlos a sus padres biológicos, demandaron a la clínica.
La pareja ahora pretende que se haga justicia, ya que son incapaces de pasar por alto semejante negligencia médica.
La demanda incluye los problemas emocionales que les ha acarreado a la pareja, además del incumplimiento del contrato y otros asuntos. La mujer reconoce haber tenido que acudir a un psicólogo para afrontarlo.
«Un día eres feliz porque te has convertido en madre, algo que pensabas que no llegaría, y al día siguiente te ves obligada a renunciar a ello», concluye.
Es verdaderamente increíble que una clínica con tal supuesto prestigio se equivoque de esa manera. ¿Y tú qué habrías hecho en el caso de esta pobre mujer? ¡Compártelo en tus redes!