Hay algunas personas que sienten cierta aversión por los lagartos; para otros se trata de animales muy hermosos y curiosos.
Pero si hay algo en lo que todos podemos estar de acuerdo es ninguno de nosotros querría pasar por la extraña experiencia de descubrir que hay un pequeño reptil viviendo en nuestro oído desde hace un par de días.
La mujer fue atendida en el Hospital Rajavithi de Bagkok.
Una mujer de Tailandia, cuyo nombre no ha sido revelado, comenzó a sentir un fuerte dolor de oído. Al principio, pensó que no podía ser nada muy grave y que se pasaría con el tiempo. Sin embargo, días después el dolor no hacía más que aumentar y tuvo que acudir al médico para buscar una urgente solución a su problema.
El gecko que se había atorado en el oído era apenas un bebé.
La Doctora Varanya Nganthavee se encontraba al final de un largo día de trabajo cuando se topó con esta paciente. Después de dar un vistazo y utilizar anestesia local en la mujer, pudo detectar la presencia de un lagarto que se movía con dificultad.
No se sabía cuánto tiempo había permanecido allí pero había que actuar lo más rápido posible. Con un par de pinzas se las ingenió y sacó el cuerpo completo del animal. Inmediatamente después tomó una fotografía del animal para compartir el extraño caso.
“Este fue mi último caso del día y todavía estoy muy confundida”.
El pequeño animal era un gecko que se conoce en Tailandia como Jing Jok y que son muy fáciles de encontrar en esta zona. Una vez que estaba afuera comenzaron a preocuparse ya que todo parecía indicar que faltaba la cola del animal.
Sin embargo, después de una serie de exámenes y consultas con diferentes especialistas lograron asegurarse de que no había restos dentro de la asustada paciente.
“No me puedo imaginar cómo pudo entrar en un lugar tan pequeño”.
Todavía no se sabe con certeza cómo fue que el animal llegó a instalarse dentro de la mujer. La Doctora Nganthavee asegura que lo más probable es que entrara allí mientras ella dormía así que no pudo darse cuenta hasta que comenzó a afectar notoriamente la delicada zona del oído.
“Estoy muy feliz porque logramos hacer un buen trabajo. Nos aseguraron que no había restos de la cola”.
Es un alivio que esta paciente contara con la ayuda que tanto necesitaba para poder sacar al gecko de su oído. Ahora podrá sentirse mucho más aliviada y procurar tener un poco más de cuidado para que esto no vuelva a suceder.
Comparte este extraño caso que ha dejado a muchos sorprendidos y atemorizados de que les pueda ocurrir algo similar.