Pocos padres podrían imaginar que sus hijos llegarían a estar en peligro al ir a un parque y pasar unos minutos en los columpios. Por desgracia, esta fue la experiencia que nunca olvidará Rebecca Jordan.
Lo que había comenzado como unos minutos de disfrute con su hijo, terminó convirtiéndose en una angustiosa visita a la sala de emergencias médicas.
Rebeca y su familia viven en Florida, Estados Unidos.
El hijo de Rebecca, cuyo nombre no ha sido revelado, se unió a otros niños que estaban en el parque. Siempre ha sido un niño travieso con un gran amor por alcanzar grandes alturas. En medio de su visita al parque, el hijo de Rebecca le pidió a los demás que lo ayudaran a ir cada vez más rápido, sin imaginar que esto podría causarle un enorme daño.
“A medida que iba cada vez más rápido con la cabeza hacia atrás, la presión hizo que su sangre corriera a su cabeza y se formó un gran hematoma”.
Pasados unos minutos, los niños detuvieron el juego y comprobaron con mucha alarma que algo no andaba del todo bien. Había perdido el conocimiento por completo y se mantuvo desmayado por unos minutos.
El aspecto de su cabeza también era algo extraño y tenía un color rosáceo por toda la sangre que se había subido rápidamente hacia su cerebro.
“Los médicos y enfermeras pensaron que su cabeza había sido pintada con un aerosol rojo”.
Los chicos acudieron a toda velocidad con Rebecca y le explicaron lo sucedido. Una vez que los médicos lo revisaron, quedaron impactados ya que el daño pudo haber sido enorme.
La presión causada por la velocidad reventó vasos sanguíneos en sus ojos, causando los mismos síntomas del síndrome de bebé sacudido.
El hijo de Rebecca tan solo tiene 10 años de edad.
Rebecca jamás había imaginado que alto tan peligroso pudiese suceder en el parque. Ha decidido relatar su experiencia para que los padres tengan cuenta el enorme riesgo que hay si los chicos llegan a velocidades extremas un juego tan sencillo como el de los columpios.
“Dejemos que nuestros hijos se diviertan pero debemos mantenernos atentos para que no sufran ninguna herida”.
Por fortuna, las pruebas revelaron que el pequeño no ha sufrido daño cerebral, pero deberá seguir en observación durante un par de semanas para asegurarse de que todo marche en orden.
No dudes en compartir esta valiosa información que podría ayudar a cientos de padres a velar por la salud de sus pequeños.