La adolescencia no es una etapa sencilla, más aún si la vida se encarga de probarte con las más duras batallas. Así han sido los últimos años de Amonte Green, un joven de 20 que vive en Orlando Florida.
Tras salir de la escuela, Amonte no tenía la absoluta idea de lo que iba a hacer con su vida. El joven había perdido a su mamá y no tenía hogar a dónde ir pero le quedaba una opción: su maestra de 8vo grado, quien se convirtió en su segunda madre.
A pesar de las arduas circunstancias que le presentaba la vida, Amonte decidió perseverar y acudió a Kate Demory su antigua maestra de matemáticas para encontrar un poco de apoyo.
“Ella siempre fue muy servicial, una mujer muy amable, una persona a la que puedes acudir sin importar qué necesitas. Todo lo que pasó el año pasado se acumuló en mi interior y simplemente me quebré», dijo Green.
Green asistió a Glenridge Middle School, en Orlando, allí conoció a Demory durante el año escolar 2014-2015. Desde ese momento hubo una especie de conexión entre ellos.
«Nunca fue irrespetuoso o grosero. Fue muy educado. Siempre quería ayudar a los demás. A veces evitaba hacer su trabajo escolar porque no sabía cómo hacerlo. Pero cada vez que trabajaba con él personalmente, él estaba dispuesto a esforzarse», dijo Demory.
Ese año escolar, Green pudo cortar por primera vez un pastel de cumpleaños. Todo gracias a la iniciativa de la maestra y sus compañeros de clases, quienes decidieron tener ese detalle con el chico.
Al siguiente año escolar de conocer a Demory, Amonte perdió a su madre y a partir de ese momento su vida comenzó a desplomarse. El joven se retiró de la secundaria cuando cursaba su tercer año para comenzar a trabajar.
A pesar de su corta edad la vida lo hizo madurar súbitamente, comenzó a trabajar tiempo completo en un restaurante de comida rápida y vivía en refugios temporales. Durante ese tiempo, Green se mantenía en contacto ocasional con Demory.
En una ocasión, Green se vio involucrado en un altercado con otro chico del refugio y terminaron yéndose a los puños. Esta situación le costó al joven 33 días tras las rejas.
Durante esta situación, Amonte afianzó aún más el contacto con Demory, sabía que estaba solo en este mundo y no tenía el apoyo de más nadie.
Al recobrar su libertad la maestra y su esposo Craig Russell pagaron un hotel para que el joven pudiese pasar la noche. Amonte no podía regresar al refugio y estos esposos vivían en una casa pequeña con cinco hijos, así que no tenían el espacio suficiente para hospedarlo.
A la mañana siguiente, cuando la pareja fue a recoger al joven al hotel lo encontraron en la acera llorando.
«Nunca lo había visto así. Le rodeé con el brazo y lo dejé llorar. Le dije: ‘Todo estará bien, una hora a la vez, un día a la vez, una semana a la vez, y antes de que nos demos cuenta, estarás de nuevo de pie», recordó Demory.
Esta pareja encontró un hotel de estadías prolongadas para que Amonte pudiese vivir; sin embargo, en el lugar se enteraron que el joven no tenía los 21 años y decidieron echarlo. Después de esto, los esposos se han encargado de ubicar refugios para que no pasara la noche en las calles.
El 30 de junio, Demory lanzó una campaña GoFundMe para ayudar a Green. El dinero recaudado se destinará a la vivienda del chico, su programa de finalización de la escuela secundaria de 16 semanas, boletos de autobús y un teléfono móvil. Han logrado recaudar más de 29 mil dólares.
A partir de esta iniciativa el panorama parece estar cambiando, Amonte encontró un nuevo empleo de jardinería. Una persona que donó $ 500 a la causa se contactó con el joven y le ofreció el trabajo.
A principio de agosto el joven logró mudarse a su propio hogar, aunque es un inmueble alquilado el chico tiene la seguridad de techo permanente.
Nada de esto hubiese sido posible sin el apoyo de esta generosa mujer y su pareja. Comparte esta hermosa historia y muéstrale al mundo que cuando se quiere siempre se puede ayudar.