Desde 1968, cuando el servicio 911 fue creado en los Estados Unidos, sus operadores han atendido un sin número de llamadas de emergencia que han permitido salvar muchas vidas.
Pero también reciben otras que pueden sorprender, y en ocasiones hasta causar algo de risa o tal vez ternura, como la que hizo un pequeño de cinco añitos en la Florida.
El 911 está disponible las 24 horas del día para ayudar a que las personas puedan tener la mejor respuesta a las emergencias que se le presenten, es la forma más segura y rápida para salvar vidas.
Cierto día, a Manuel Beshara un niño de cinco años que vive en la ciudad de Stanford, le dio hambre y no se le ocurrió otra idea mejor que llamar al conocido servicio de emergencia para pedirles una pizza.
Manuel Beshara el niño de 5 años que llamó al 911 para pedir una pizza
“Quiero que me traigan pizza, por favor”, dijo el chiquillo a la central de llamadas.
El Departamento de Policía de Stanford envió una patrulla a los pocos minutos, y los oficiales Morales, Mejía, y Hernández llegaron a la residencia para asegurarse de que no se trataba de algún mensaje secreto de auxilio, y que el pequeño estuviera bien.
Officers Morales, Mejia, and Hernandez responded to a home on Key Haven Dr., for a well-being check on a 911 call made…
Publiée par Sanford Police Department sur Vendredi 2 août 2019
Encontraron al menor en óptimas condiciones acompañado de su hermana Madonna de quince años, quien informó que ella no estaba al tanto de la llamada.
El pequeño explicó que tenía muchísima hambre y que su hermana había ido a la cocina a prepararle un poco de cereal.
El pequeño no quería cereal, sino algo mucho más delicioso para él
Cuando la chica regresó a la habitación pudo ver a su hermano hablando por teléfono. Fue cuando supo que había llamado a la policía, ella se asustó mucho y rápidamente colgó la llamada.
Los comprensivos policías aprovecharon la oportunidad para explicarle al pequeño en cuáles circunstancias y en cuáles no debía llamar al servicio de emergencias, con la finalidad de que aprendiera a darle un uso apropiado al número, como debe ser.
Después de la charla le entregaron una pizza de tamaño familiar que pidieron especialmente para él, y registraron el aleccionador y nutritivo momento en unas fotografías que subieron a su cuenta de Facebook.
“No llames al 911 para pedir pizza a domicilio”, expresaron los oficiales en la popular red social.
Pocos días después, la agradecida madre y hermana de Manuel se presentaron en la Jefatura de Policías con tres cajas de pizzas para los oficiales que tuvieron el hermoso gesto con el jovencito, por la forma tan sabia como manejaron el caso.
“Esta fue una buena experiencia para que Manuel y todos aprendieran que el teléfono de emergencias no debe ser usado a la ligera” dijo Cecil E. Smith, el jefe de la policía.
¡Bravo por los policías de Stanford!, y por el travieso pequeño que pudo satisfacer su antojo de comer una rica pizza.
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