Algunas personas son expertas en protagonizar verdaderas «meteduras de pata», que además involucran a toda la familia haciéndoles pasar la vergüenza de su vida. Es lo que suele suceder la mayoría de las veces con las abuelas y la tecnología, con la que no siempre se llevan muy bien que digamos. Pero increíblemente, en ocasiones esos malos entendidos pueden traernos la mayor de las alegrías, una gran risotada y un recuerdo imborrable de por vida.
Es lo que pasó con una ingenua mujer que sin querer envió un mensaje de texto a un número equivocado. Pero no se trataba de cualquier mensaje, ella daba la buena noticia del inminente nacimiento de su nieto y algunos detalles adicionales.
Lindsey y Mark Lashley eran los padres que esperaban con ansias la llegada del pequeño Cason Knox, en el hospital de Bainbridge, en Georgia (Estados Unidos).
Como ya se acercaba la venida del pequeño, la madre de Mark, Teresa, con la mejor de las intenciones, decidió enviar un mensaje de texto grupal a quienes ella creyó eran sus familiares. Y no fue un solo mensaje, se dedicó a mantenerlos informados de todo el progreso del parto a lo largo de la noche.
Pero Teresa no sabía que uno de los destinatarios no tenía nada que ver con su familia, sino que se trataba de un perfecto desconocido, Dennis Williams, un joven de 21 años, de Tallahassee, Florida.
Al desconocido, por su parte, lejos de molestarle, le pareció absolutamente cómico el hecho de estar recibiendo mensajes de una señora que le contaba detalles del nacimiento de su nieto.
«Estamos en el hospital. Tendremos al bebé hoy! Ella ha dilatado entre 5-6», fue el primer mensaje de la abuela del pequeño.
Ante tal explícito mensaje, Dennis encontró que debía explicarle a la señora el mal entendido y tuvo otra simpática respuesta:
«Felicidades jajaja, pero creo que alguien obtuvo el número equivocado».
Cuando Dennis pensó que la conversación terminaría ahí, él siguió recibiendo actualizaciones del pequeño Cason.
«3 kilos», decía el siguiente mensaje junto a una adorable foto de la abuela con el recién nacido.
Así que el joven «desconocido» no pudo menos que ofrecerle a la mujer ir a visitar al pequeño y preguntó por la habitación donde se encontraba ingresada la madre. Teresa, sin todavía darse cuenta que seguía hablando con un extraño, respondió:
«Es la 130, ven a vernos».
Toda la insólita situación iba tomando forma, mientras los otros miembros de la familia no podían contener la risa por lo que Teresa iba provocando con sus mensajes al destinatario desconocido.
Pero nadie imaginaba que Dennis sería un fiel cumplidor de su palabra, y todos quedaron en shock cuando efectivamente al día siguiente, viajó de Florida a Georgia y se presentó en el hospital con su hermano Deorick con regalos para el adorable Cason y su madre, a la que no conocía.
Después de que la increíble historia se difundió en las redes, no tardó en hacerse viral y Mark tuvo que explicar que su madre nunca realmente se enteró de que estaba invitando a un desconocido a conocer a su nieto.
Pero lo que realmente hizo noticia fue el gran gesto de amabilidad y hospitalidad de Dennis y Doerick.
«Entró Dennis y dijo:´hay más personas viniendo por el pasillo´», contó Mark. «Y no sabíamos quiénes eran y dijeron: ‘Oh, nosotros somos los que recibimos los mensajes de texto por equivocación'», agregó el padre.
Luego explicó que al parecer, una prima había cambiado de teléfono y la línea antigua terminó en manos de Dennis.
Mientras que Teresa no pudo menos que reconocer el gesto en sus redes:
«Qué bendición fueron estos dos tipos para la familia. ¡Fueron tan dulces y amables haciendo esto! Ustedes dos son grandes chicos y gracias por dar a alguien que no conocían! Cason Knox, Lisey y Mark Lashley se lo agradecen. Si todos tuviéramos este tipo de corazón…»
Estas son las historias que alegran el alma y que merecen ser compartidas, de seguro sacarás una sonrisa a tus amigos.