Ningún padre quisiera ver sufrir a su hijo, menos aún si se trata de un niño pequeño pero la vida en ocasiones parece no ser muy justa. Sin embargo, frente a las circunstancias más adversas ellos siempre están dispuestos a luchar por salvar y aliviar el dolor.
Por ese motivo, los padres de Jackson Schultheis, un pequeño de 19 meses, no han dejado de batallar hasta que pudieron lograr un primer milagro: que el seguro accediera a pagar un medicamento muy costoso para salvar a su pequeño.
Schultheis fue diagnosticado con una enfermedad genética crónica a los 11 meses de edad. Hay una terapia que puede ayudar, pero el tiempo se acababa y el costo del medicamento superaba los 2 millones de dólares.
Un precio de locura pero ¿acaso hay valor para la vida de un hijo? Seguro que no, y de esta misma manera piensan los padres de Jackson, Elissa y Jacob Schultheis.
Somos un buen equipo, pero es difícil. Es sumamente difícil. Aún así, seguiremos haciendo lo que sea por él. Como lo haría cualquiera por su hijo», dijo el señor Schultheis.
Jackson está luchando por su vida desde de que le diagnosticaran atrofia muscular espinal (AME) justo antes de su primer cumpleaños. Este monstruo se trata de una enfermedad genética crónica que afecta las habilidades motoras como caminar, comer y respirar.
A los 6 meses, Elissa y Jacob notaron que las piernas de Jackson se desmayaban. Sin saberlo, sus células nerviosas se estaban deteriorando aceleradamente a causa de esta terrible enfermedad que no fue descubierta sino unos meses después.
Para el pequeño que vive en Indiana el tiempo es esencial, pues un nuevo tratamiento podría brindarle la posibilidad de detener el daño. Sin embargo, estamos hablando del medicamento más costoso del mundo: el Zolgensma.
Pero el chico necesita empezar a recibirlo antes de cumplir sus dos años, o su organismo estaría demasiado maduro como para que el medicamento tenga su efecto.
La aseguradora Anthem Blue Cross Blue Shield había rechazado la petición del costoso medicamento en dos ocasiones pero la presión mediática ejercida sobre el caso, parece haberlos hecho cambiar de opinión.
Aetna y Anthem cambiaron sus políticas de cobertura para Zolgensma, permitiendo que Isaac Olthoff y Jackson Schultheis recibieran el tratamiento respaldado por la póliza de su seguro de salud.
Afortunadamente, la vida parece sonreírle a este pequeño gracias a la presión y esfuerzo que han hecho sus padres.
Aunque la familia Schultheis es sólo una de las cuatro familias cuyas aseguradoras de salud se negaron a cubrir Zolgensma para salvar a sus hijos.
Nos alegra enormemente saber que Jackson recibirá su tratamiento y tendrá la posibilidad de un futuro mejor, pero no dejamos de pensar en los otros niños y nos preguntamos ¿en este mundo cuál es el valor para la vida?
Por favor comparte esta noticia y hagamos posible que exista un cambio en el futuro de los otros pequeños. La presión de los medios hizo posible que Jack recibiera el Zolgensma así que unámonos para que los demás también puedan tenerlo.