Muchas personas de todo el mundo se ha unido para felicitar el hermoso acto de amabilidad de Dylan Tetil, un mesero de Eat’ N Park, un restaurant de Pennsylvania, en Estados Unidos, quien utilizó su hora de descanso para estar al lado de un veterano de la Segunda Guerra Mundial de 91 años que cenaba solo.
Desde que las escenas se difundieron en las redes sociales han causado revuelo, casi 260 mil “me gusta”, más de 76 mil reacciones y en un momento en que las publicaciones en redes sociales están plagadas de negatividad y división, esto nos devuelve la esperanza.
“Fue muy interesante, muy amable y respetuoso. Una de las personas más agradables que he conocido aquí realmente”, dijo Tetil.
Por su parte, Lisa Meilander, una cliente frecuente del restaurante, cenaba cerca del anciano cuando sucedió el encuentro entre este y su mesero, y pudo capturar en fotos el momento en que Dylan se arrodilló para tomar la orden del caballero de 91 años conocido como “Frank”, quien sufre problemas de audición, y luego se sentó pacientemente con él a escuchar sus interesantísimos relatos.
Finalmente, el hombre dijo sentirse muy solo y sin nadie con quien conversar, por lo que se disculpó por hablar tanto y no escuchar demasiado bien, a lo que Dylan respondió sonriente que no debía preocuparse porque a él le encantaba escuchar.
“Escuché atentamente algunas de sus historias. Habló de la guerra, de algunas de las heridas que tuvo, los lugares donde ha estado, su familia. Las lágrimas corrían por su rostro.
Se puede decir que este hombre no ha tenido una persona afectuosa con quien hablar en mucho tiempo”, afirmó Tetil.
Después de presenciar el dulce momento y escuchar las historias del amable veterano de guerra, Meilander quiso correr con los gastos de la cuenta del hombre, sin embargo, otro comensal ya se le había adelantado.
“Supongo que no fuimos los únicos que escucharon la conversación”, escribió Meilander.
The elderly gentleman was seated in the booth directly across from my family as we ate dinner Saturday night at Eat'n…
Publiée par Lisa Meilander sur Samedi 17 août 2019
Asimismo, la mujer expresó que la amabilidad de Dylan era como un soplo de aire fresco y que, con suerte, este bello acto de compasión puede inspirar a otros a repetirlo y hacer de nuestro mundo un mejor lugar para convivir.
Definitivamente, nuestra historia de hoy nos demuestra que los actos de amor, incluyendo la generosidad, la compasión, ofrecer ayuda, ofrecer consuelo, donar dinero, etc., nos benefician tanto o más a nosotros que a quien los recibe.
Hacer el bien de manera aleatoria incluso mejora nuestra salud y nos hace sentir parte de algo, lo que se traduce en un mayor nivel de felicidad para nuestras vidas. Por eso, Dylan es hoy en día un gran ejemplo a seguir. ¡Gracias por eso, Dylan Tetil!
Comparte esta hermosa historia de amor y compasión con tus seres queridos y hagamos del mundo un mejor lugar para vivir.