Clare Howard solía ser una deportista con una gran pasión por el karate. Sin embargo, todo cambió cuando sufrió una lesión en la rodilla y se retiró. Su estilo de vida comenzó a cambiar abruptamente y ganó cada vez más peso.
Actualmente Clare tiene 48 años.
Llegó a pesar casi 140 kilos y sintió que nunca volvería a ser la misma. Por fortuna, su hijo le anunció que se casaría y decidió tomar esta oportunidad para retarse a sí mismas y comenzar un intenso programa de pérdida de peso.
“Me daba mucha pena ir a una entrevista de trabajo luciendo así”.
Clare temía que en el gran día de la boda, lo único que haría sería avergonzar a su hijo por su peso. Decidió dejar de comer tan seguido en la calle y se unió al programa Slimming World para hacer ejercicio y aprender a llevar una dieta rica y balanceada.
Clare y su familia viven en la ciudad de Swansea en Gales.
En varias ocasiones Clare había intentado dar un vuelco a su vida y por alguna u otra razón siempre abandonaba su meta. Esta vez fue diferente. Las clases en Slimming World le parecieron muy divertidas y nunca faltó a una sesión de entrenamiento.
Incluso decidió renunciar a su trabajo para poder concentrarse por completo en esta meta tan importante.
“Cuando mi hijo se casó había perdido sólo 38 kilos. Todos me felicitaron porque lucía muy bien en las fotografías y mi hijo estaba muy orgulloso”.
Aún así, Clare estaba determinada a seguir trabajando hasta alcanzar su peso ideal. Ahora, 15 meses después, Clare ha logrado alcanzar la mitad de su peso. Pesa 70 kilos y se ha convertido en una persona atlética nuevamente.
Clare pasó de usar la talla 26 a la 10.
Ha recobrado con mucha alegría la costumbre de dar largas excursiones y se prepara para volver a competir en su vieja pasión: el karate. También ha logrado aprender mucho sobre cocina y sabe cómo preparar sus platos favoritos de una manera que sean mucho más beneficiosos para su salud.
“Había tenido que decir adiós a cosas muy divertidas. En abril volví a la cima de una montaña. Antes no podía caminar 100 metros sin sentir que me quedaba sin aliento”.
Ahora, Clare siente que ha recuperado su vida y se encuentra dispuesta a retomar su trabajo y a dar lo mejor de sí en las competencias de karate. Howard ha logrado demostrarnos que nunca es demasiado tarde para luchar por nuestras metas.
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