El pasado 26 de marzo, el entrenador de fútbol español Luis Enrique, abandonó sus compromisos en Malta en torno a la descalificación para la Eurocopa 2020 tras recibir la noticia del diagnóstico de su hija.
Viajó de inmediato a España y desde entonces buscó la manera de conciliar su labor con el tiempo dedicado a acompañar a su familia, hasta que en junio formalizó su renuncia.
En ese entonces solo se rumoraba que la causa era un problema familiar que debía atender, “razones de fuerza mayor”. Pero no salió a la luz ningún tipo de información referente a la enfermedad de su hija menor.
Aunque no se reveló la causa por la que Luis Enrique dejaba su carrera todos los periodistas lo sabían, igual que sus compañeros.
Fue cuando el ex seleccionador de la selección española y ex entrenador del Barcelona FC publicó un comunicado en su perfil de Twitter el 29 de agosto, que se conoció públicamente cuál habría sido el motivo que le obligó a enfocarse en su familia.
En el mensaje, él anuncia el fallecimiento de su hija Xana, de 9 años a causa de un osteosarcoma, un tipo de cáncer infantil que afecta los huesos. Agradece el apoyo del personal de los hospitales en los que atendieron a su hija durante los cinco meses que luchó contra la enfermedad sin poder ganar la batalla.
La noticia causó conmoción en toda España y minutos después, importantes figuras públicas se pronunciaron para expresar sus condolencias.
Luis Enrique agradeció también la comprensión y discreción. Este último punto, fue de suma importancia, los medios de comunicación le permitieron tener la privacidad y la intimidad que amerita un momento tan difícil.
La gran mayoría de los periodistas sabía lo que ocurría desde que viajó desde Malta a España, así como los jugadores y profesiones de distintos equipos de fútbol.
Ninguno se atrevió a irrespetar la necesidad de Luis Enrique y de su familia de permanecer tranquilos, lejos de las luces, del acecho de reporteros ávidos de información y de comentarios que pudieran herir su sensibilidad.
La actitud de los periodistas ha despertado la admiración de muchos por la comprensiva y adecuada manera de abordar este caso.
José Ignacio Wert, hijo del ex ministro de Educación español, escribió: “Cabe destacar el buen papel jugado por el periodismo, que ha cumplido con la discreción que con toda lógica pedía el protagonista. Con la falta de escrúpulos y el gusto por el morbo imperante, era fácil esperar lo contrario”.
En otros casos, como en el del hijo de Ana Obregón, no se mantuvo este hermetismo, circularon imágenes de la familia saliendo de una clínica especializada en tratamientos contra el cáncer compradas por una revista. Los abuelos del paciente se enteraron a través de esa información.
También se publicó en los medios que el hermano del entrenador del Real Madrid Zinedine Zidane enfermó de cáncer.
Pero esta vez, la federación de fútbol comentó lo que ocurría a los periodistas pidiendo respeto. Hicieron una petición expresa a todos los medios de comunicación explicando el motivo y pidiendo que respetaran la privacidad de Luis Enrique y su familia.
“Queríamos evitar especulaciones. Dijimos la verdad desde el minuto uno a quien quiso saberlo y había una especie de compromiso verbal de respetar el dolor de la familia.
Y la verdad es que la gente se ha portado con clase, muy, muy bien, y estamos muy agradecidos por ello, han estado a la altura”, dijo un representante de la Federación.
Otro de los aspectos que sensibilizó a los periodistas y que promovió su ética y profesionalismo era no exponer públicamente a una menor de 9 años. Luis Enrique siempre procuró proteger a sus hijos de los medios.
Aseguran que ni siquiera las agencias de venta de imágenes estuvieron en hospitales buscando capturar a la familia para comercializar lo que registraran las cámaras de los paparazzis.
Algunos personajes públicos han vendido información de su vida privada o están acostumbrados a mostrar aspectos personales en los medios, mientras que otros, como Luis Enrique, se mantienen al margen.
Él se ha caracterizado por comparecer ante las cámaras solamente para hablar de su trabajo, lo que dejó claro a la prensa que no tenían que meterse en su ámbito familiar.
A pesar de que se mantuvo completa discreción, un medio de comunicación sí especuló sobre la salud de la hija de Luis Enrique, se trata de un medio digital talibán. Sin embargo, nadie hizo eco del rumor.
Muchas personas han comentado en las redes su admiración por el comportamiento de la prensa pidiendo que se mantenga la misma sensibilidad y respeto en todos los casos. Compártelo.