Hay eventos ocurriendo cotidianamente que nos hacen creer en la belleza y en los extraordinarios fenómenos. Los seres humanos aun no terminamos de descubrir tantas cosas que pensábamos imposibles. Esta historia que leeremos a continuación es una muestra más de que realmente existen los milagros.
Una madre en Budapest narra su historia y es todo menos ordinaria. Resulta que esta singular mujer compartió el vientre de su madre con otras dos criaturas, Szilvia y Sofía.
Con Sofía no solo compartió vientre sino que aún comparten sus rasgos físicos pues ellas dos son idénticas. Definitivamente una historia fuera de lo común.
Las tres hermanas crecen juntas en Budapest pero pronto toman rumbos diferentes y pasan algún tiempo alejadas. Sin embargo, las tres sienten la tristeza de no poder estar cerca de la familia y por esta razón algunos años después de vivir lejos todas terminan en Oslo, Noruega.
Allí sus dos hermanas construyen una vida familiar, una de ellas da a luz y la otra pronto se casa. De manera que Judit, la heroína de esta historia, se va a Oslo para vivir cerca de sus hermanas y unos meses después conoce al amor de su vida y padre de sus tres pequeñines, Glenn.
Después de un tiempo viviendo juntos, viajando y compartiendo Judit y Glenn deciden que era momento de tener un bebé y realmente no costó mucho que Judit quedara embarazada, poco se esperaban que, tras una visita al doctor para hacer los respectivos chequeos y ultrasonido, este les informó que no esperaban uno sino dos bebés.
La noticia sorprendió mucho a la joven pareja, y también los atemorizó pues no es nada fácil criar dos niños al mismo tiempo, pero decidieron que igual se embarcarían en la aventura.
Sin embargo, la pareja decidió visitar otro doctor solo para asegurarse de que esto fuese realmente cierto y además querían chequear el pulso de los pequeños. En esta segunda consulta el doctor les revela la noticia que menos esperaban, ¡no esperaban dos sino tres bebés!
“¿Cuáles eran las probabilidades de que una trilliza se embarazase igualmente de trillizos? Una en seis millones, no era posible que fuese cierto, estaba aterrada”, comenta la madre.
Pero lo era, y ahora la pareja esperaba tres pequeñitos. Muy asustados además, no solo por lo difícil que es criar a tres bebés sino que además la madre tenía un corazón un poco débil para resistir el embarazo y el parto de tres.
Los doctores recomendaron “reducción fetal” que es un procedimiento para terminar la vida de uno de los fetos; sin embargo la pareja estaba devastada con esta noticia y prefirieron tomar el riesgo e intentar tener a los tres. Judit siendo trilliza no puede imaginarse si una de sus hermanas no hubiese podido nacer.
“El embarazo fue llevado hasta las 34 semanas, con algunas complicaciones debido a mi corazón, pero finalmente di a luz a tres sanos bebés: Filip, Amelia y Henrik.”, nos cuenta la orgullosa madre.
La experiencia de Judit junto a sus hermanas la convenció de seguir adelante con su embarazo de trillizos y su fortaleza hizo posible la llegada al mundo de este milagro triplicado.
Comparte esta increíble historia con amigos y familiares, para que comprendan que el mundo está lleno de eventos inimaginables.