Para nadie es un secreto que, a pesar de los esfuerzos en la materia, hoy en día siguen siendo muchas y muy variadas las expresiones, conscientes o no, que dan cuenta de los prejuicios raciales de algunas personas.
A veces nosotros mismos caemos, por ignorancia o falta de empatía, en el peligroso hábito de comentar en voz alta todo lo que se nos pasa por la cabeza, sin pensar en la cantidad de convencionalismos y tabúes, pero también de intolerancia que llevamos incorporados.
No debe haber diferencias entre ser negro, blanco o amarillo, bajito o alto, gordo o flaco. Todos los seres humanos somos únicos y merecemos el mismo respeto.
Así lo supo Alex Houdsen, una joven presentadora de televisión de Oklahoma en el momento cuando lo que intentó ser una broma, se convirtió en un insulto racial después de que la mujer comparara a su compañero y colega Jason Hackett, con un gorila.
Aparentemente la presentadora se encontraba muy emocionada viendo un vídeo de un gorila en el zoológico de Oklahoma City cuando, sin pensar en el efecto que causaría su comentario le dijo a Jason, de raza negra:
“Se parece un poco a ti”, dijo la joven.
Al día siguiente Alex se disculpó, reconociendo que había herido con su comentario, no solo a su compañero del programa, sino a todos los demás miembros de color de la comunidad.
“Ayer dije algo desconsiderado, inapropiado y lastimé a la gente, entiendo cuánto te lastimé y cuánto te he lastimado.
Te amo tanto, y has sido uno de mis mejores amigos durante el último año y medio. Nunca haría nada a propósito para lastimarte.
Y amo a nuestra comunidad y quiero que todos sepan, desde el fondo de mi corazón, que me disculpo por lo que dije. Sé que estuvo mal y lo siento mucho”, comentó Housden muy apenada y con lágrimas en los ojos.
Sin embargo, Housden no habló del racismo implícito en su comparación de una persona de color con un simio y Hackett, por su parte, aceptó las disculpas en el aire y aunque dijo que Alex es su mejor amiga, también reconoció haber sido afectado por el sorpresivo comentario de su compañera.
“Me hirió mucho y a muchos de ustedes en la comunidad”, dijo.
No obstante, Jason, que siempre ve el vaso medio lleno, espera que el episodio sirva como una llamada de atención acerca de la trascendencia y el efecto que tienen las palabras, especialmente durante una época de cambios profundos en todo el territorio de los Estados Unidos.
Si escuchas a alguien hacer comentarios, bromas racistas, o tratar mal a las personas por su raza, intervén, haz algo, ponte en los zapatos de ese ser humano y piensa en cómo se siente la otra persona al ser acosada de esa manera.
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