Katja Albrecht, de 47 años, decidió poner fin a su matrimonio de dos décadas con Theo Albrecht Jr., con quien tuvo un hijo porque comenzó una relación amorosa con un refugiado afgano de 31 años.
Incluso anunció que tuvo un bebé con su novio. La noticia ha causado revuelo en las redes, Theo Albrecht, dirige desde hace décadas la cadena de supermercados Aldi, su fortuna asciende a los 41.500 millones de euros.
La cadena de supermercados Aldi, (acrónimo de Albrecht Diskton) se fundó en 1956 por los hermanos Karl y Theodor Albretcht, el primero falleció en el 2014 a los 90 años, mientras que Theodor falleció en el 2010 con 88 años.
Theo Jr., hijo de Theodor se encargó del negocio familiar que los había convertido en las personas más ricas de Alemania. Actualmente, el hombre de 69 años maneja las empresas que fundaron sus padres y su tío.
Según los medios de comunicación alemanes, ahora se enfrenta a la amarga experiencia de su separación desde que su pareja formalizara la relación con Tareq, el refugiado del que se enamoró.
El hecho se había mantenido en silencio hasta que Katja declaró ante los medios de comunicación que tuvo un bebé con su novio.
Conoció a Tareq, quien se dedicaba a la informática, cuando acudió a una tienda en la ciudad de Essen para adquirir una Tablet. Personas cercanas a su entorno aseguran que comenzó una amistad con el joven y al tiempo se sintió atraída posteriormente por él.
Comentan que Katja vivía agobiada entre los guardaespaldas, las obligaciones familiares y su privacidad, así que buscaba tener un cambio en su vida.
La revista Bild Zeitung, publicó una imagen donde Katja posa con su nueva pareja y su bebé ataviado con el traje tradicional afgano. Tareq está trabajando para construir una nueva casa para los tres en Meersbuch, cerca de Dusseldorf.
Tareq llegó a Alemania con su familia en el año 1996, vivieron en un albergue hasta que hicieron la solicitud de asilo en la ciudad de Aschaffenburg, después se mudaron a Essen.
A pesar de lo ocurrido, los medios locales afirman que Theo Jr. y Katja mantienen una relación cordial, incluso él ha ayudado económicamente a la pareja y ha intentado mantener la discreción que le caracteriza.
Desde que su padre fue secuestrado en la década de los 70, se acostumbró a garantizar su privacidad, no concede entrevistas, y muy pocas veces se le ve en eventos públicos.
Aunque desde que salió a la luz la noticia de la ruptura de su matrimonio ocupa los titulares de muchos medios. Comparte esta noticia.