Beckett Burge tenía apenas 2 años cuando un desolador diagnóstico rompió el corazón de sus padres y de toda su familia, tenía leucemia linfoblástica aguda.
Desde entonces, el pequeño Beckett ha tenido que enfrentarse a una larga batalla en contra de la enfermedad, por lo que ha tenido que permanecer varias temporadas ingresado en el hospital y sometido a quimioterpia, algo que definitivamente para un chiquitín como él puede resultar realmente devastador. Pero sobre todo para su madre, Kaitlin, de 28 años de edad, y su hermanita, Aubrey, apenas 14 meses mayor que Beckett.
Kaitlin es originaria de Princeton, Texas.
Además, ha tenido que recibir transfusiones de sangre, pero lo esperanzador de todo es que en medio de su lucha ha contado con el apoyo incondicional de Aubrey, ya que el par de hermanos sienten auténtica adoración el uno por el otro.
A pesar de su corta edad, Aubrey ha afrontado la enfermedad de su hermanito con una madurez impresionante, desarrollando un vínculo indestructible, más fuerte aún que el que ya tenían.
Su madre, en medio del dolor, se ha sentido en la obligación de compartir con el mundo el aliciente que ha supuesto el papel de Aubrey en la lucha contra la leucemia de Beckett. Ha contado que muchas veces prefería quedarse velando por su hermano antes que salir a jugar con sus amigos.
Pero ciertamente, no todo es color de rosa, ya que los momentos de los estragos de la quimioterapia, si para un adulto son insoportables, para un pequeño lo son aún peores. Sin embargo, ahí estaba Aubrey para ayudar a su hermano, incluso aunque eso implicara reconfortarlo en el mismo instante en que vomitaba.
Su madre capturó una conmovedora foto del momento en que Aubrey cuidaba de Beckett mientras se inclinaba sobre el inodoro.
Se puede ver a la pequeña frotando la espalda de su hermano y consolándolo en esos momentos tan duros.
Después de esa foto, Aubrey se había ido a lavar las manos para después llevar a su hermano al sofá, y todavía preguntó a sus padres si podía ayudar a limpiar el baño, pero sus padres le dijeron que ya fuera a descansar porque ese no era su trabajo.
Su madre, aunque era consciente de que eran momentos difíciles, y sabía que a lo mejor sería criticada por difundir esas imágenes, quiso rescatar la importancia de los lazos familiares en situaciones tan duras como puede ser una enfermedad grave para un pequeño de apenas 2 años.
«Ella le dijo que todo iba a estar bien, le limpió la cara y le lavó las manos», reveló su madre. «Aubrey se encarga de ayudarlo en todo y asegurarse de que todo lo que entra en contacto con él esté limpio».
«Cuando los veo juntos, me hace feliz pero al mismo tiempo me pone triste. Tienen un vínculo increíble. Hasta el día de hoy, están más cerca que nunca», dice Kaitlin.
Confiesa que debido a los altos gastos médicos tuvieron que sacar a su hija de la gimanasia, algo que adora, pero incluso eso Aubrey lo entiende y no le importa en lo absoluto. «Siempre juegan juntos, él juega a las muñecas con Aubrey, y ella juega a superhéroes con Beckett», agrega.
Reconoce que le entristece que esa no es la vida que una niña como Aubrey debería tener, ella debería jugar con otros niños, salir al patio, divertirse… Pero a pesar de que le insisten, no hay nada que le haga más feliz que cuidar de su hermano, ella mira por los ojos de Beckett.
Tras un mes en el hospital, Beckett pudo regresar a casa con su familia justo para el cumpleaños N° 5 de Aubrey. Sin embargo, al ver su apariencia totalmente cambiada y sin nada de cabello, realmente le afectó.
Su madre confiesa que han sido muy abiertos con ella y le hablan con la verdad sobre la enfermedad de su hermano, especialmente porque ha visto todo lo que ha sufrido; al mismo tiempo le hacen ver que Beckett no es diferente por tener leucemia, pero su apoyo y su amor de hermana es fundamental.
El valiente Beckett, por su parte, ahora ya de 4 años, tendrá que seguir en tratamientos de quimioterapia durante 2 años más. Pero tendrá a su lado a la mejor amiga y hermana del mundo para todo lo que necesite.
Esperamos que pronto este hermoso pequeño pueda vencer a la leucemia y Aubrey pueda volver a disfrutar de la infancia que merece. Sin embargo, todo lo que han vivido juntos con tan pocos años de edad quedará marcado por siempre en sus corazones. Comparte esta emotiva historia con tus amigos.