Lina Marcela B., de 23 años, de origen colombiano y con nacionalidad española, se sometió a una operación estética en Valencia, España, jamás pensó que le costaría la vida y dejaría huérfana a su hija de 3 años con hidrocefalia el pasado viernes 23 de agosto.
Su padre, Leonardo, pide que se haga justicia, clama porque se investigue lo pasó en el quirófano.
La joven se dirigió al Hospital 9 de Octubre en Valencia para someterse a una mamoplastia, le hacía mucha ilusión aumentar el volumen de sus senos, después de ahorrar durante años, finalmente pudo concretar la operación.
Decidió mantenerlo en secreto, solo le había comentado sobre la cirugía a su abuela y a su mejor amiga. El procedimiento quirúrgico no tardaría más de 45 minutos, así que sus acompañantes se alarmaron al ver que había transcurrido mucho más tiempo, pero no recibían noticias.
El papá de la joven relató: “Cuando su amiga comenzó a preocuparse, salió un médico y le dijo que tenían una complicación, que llamara a su familia. Había sufrido una parada cardiorrespiratoria. Más tarde salió el cirujano y dijo que él había hecho bien su labor, que había hecho lo que tenía que hacer. Después no hemos vuelto a saber de él”.
Lina fue trasladada a la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Clínico de Valencia el día siguiente, todavía tenía signos vitales, en esa institución sufrió otra parada y entró en coma.
La abogada de la familia relató que cuando Lina llegó al hospital tenía 85% de muerte cerebral, el lunes 09 de septiembre sufrió otra parada cardiorrespiratoria y falleció.
La familia no sabe quién es el responsable y cuál fue la causa de la complicación que le quitó la vida. El neurólogo tratante aseguró que una persona de su edad podía sufrir una parada cardiorrespiratoria de siete u ocho minutos sin presentar consecuencias graves. Pero ella tenía muerte cerebral, así que presume que debió durar mucho más tiempo en parada.
El padre de Lina no sabía que se había operado, aunque ella le había comentado hace tiempo que quería hacerse esa cirugía. Se enteró cuando estaba en un viaje de trabajo, llegó al hospital y la encontró conectada al soporte vital en terapia intensiva.
“El doctor me dijo que no entendía lo que podía haber pasado, porque el grado de afectación de su cerebro era tan algo que la parada tuvo que ser larguísima”, relató Leonardo.
Lina llegó a España cuando tenía 13 años, regularizó su situación migratoria y obtuvo su nacionalidad española. Vivía con su abuela paterna, hace tres años tuvo a su hija, por complicaciones en el parto nació con hidrocefalia y se dedicaba a cuidarla y llevarla a terapias para mejorar su calidad de vida.
Su padre la describe como una persona muy familiar, entregada a su hija y a quienes amaba.
Todos están devastados por su trágica pérdida. En medio del dolor exigen una explicación, están consternados.
“Tenemos muchos sentimientos encontrados. Estamos consternados y pedimos una explicación. Tenemos un dolor en el alma impresionante… era una niña y dejó a su hija con un alto grado de discapacidad. Lo que más lamentamos es que el personal médico del hospital no se ha comunicado con nosotros”, dijo el padre de Lina.
Ante tal injusticia, Leonardo va a interponer una demanda legal para investigar el hecho. Quiere prevenir que otra familia tenga que sufrir lo mismo.
“Esto no le debe ocurrir a nadie más. Es muy triste, muy duro y muy lamentable que alguien tan joven como Lina tenga que fallecer para que se tome conciencia”, agregó Leonardo.
Es importante alzar la voz y denunciar los casos de negligencia para que se haga justicia y que quienes tengan en sus manos la vida de los pacientes no atenten contra ellos. Comparte esta noticia.